Uno fundó la mayor compañía de comercio electrónico. El otro creó las bases de una empresa que se consolidó como el paradigma de los vehículos eléctricos. Ahora, Jeff Bezos y Elon Musk chocan en un nuevo frente: ambos procuran ser los reyes del espacio. A través de sus respectivas firmas, Blue Origin y SpaceX, los magnates ya pusieron en marcha los motores del turismo espacial con recientes viajes que, cada uno a su modo, rebasaron las fronteras de la Tierra.
El pleito entre los empresarios se ha intensificado en los últimos meses en función de estas actividades, y esta semana echaron más leña al fuego. “Bezos debería esforzare más en entrar en órbita que en las demandas”, disparó Musk en referencia a la demanda que el líder de Blue Origin presentó ante la Oficina de Transparencia, quejándose por el contrato entre SpaceX y la NASA.
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En abril, la agencia espacial de Estados Unidos seleccionó a SpaceX en una licitación para fabricar la nave con la que llevará humanos a la Luna, en el marco de la misión Artemis. Otras dos compañías privadas se habían presentado: Dynetics, con sede en Alabama, y Blue Origin. “La NASA debería apostar por su estrategia original de competencia”, dijo Bezos y aseguró que sin esa puja la agencia se topará pronto con “opciones limitadas cuando trate de negociar sobre plazos vencidos, cambios de diseño y sobrecostos”.
“No se puede llegar a la Luna con demandas”
Musk participó esta semana en las conferencias Code y fue en aquel escenario donde lanzó nuevos bombazos hacia la trinchera de su competidor y colega. Aquello de que el fundador de Amazon debería preocuparse por “entrar más en órbita” es también una chicana: el primer vuelo hacia el espacio de SpaceX con una tripulación de civiles alcanzó una altitud de 575 kilómetros; mientras que la aventura de Blue Origin superó por poco los 100 kilómetros de altitud.
Por otra parte, Musk dijo que “no se puede llegar a la Luna con demandas”, otra referencia a las quejas de su par ante la justicia por el acuerdo entre SpaceX y la NASA.
Blue Origin en la mira
Documentos de la NASA a los que accedió la publicación The Verge muestran que la agencia consideró que la empresa espacial de Bezos especuló con el precio del módulo de aterrizaje lunar que propuso originalmente, fijando un monto mucho más alto de lo necesario.
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La historia ya está escrita: la agencia estadounidense escogió a SpaceX para la misión Artemis, en función de su oferta de 2.900 millones de dólares. Eso ocurrió a pesar de una propuesta de última hora de Blue Origin, que “rebajó” hasta los 2.000 millones.
SpaceX también sabe demandar
Tal como nota Engadget, las críticas de Musk hacia Bezos por llevar sus reclamos a la justicia deben ser puestos en contexto: SpaceX también presentó demandas en el pasado en contra del gobierno de Estados Unidos. Eso ocurrió en 2019 tras perder un contrato con la Fuerza Aérea, que se llevó Blue Origin.
SpaceX tiene un largo historial de demandas contra el gobierno de Estados Unidos.
En ese orden, un vocero de Amazon (nótese que no es de Blue Origin) dijo en un correo electrónico que SpaceX tiene un largo historial de demandas contra el gobierno. Recientemente, desde esa compañía –que por cierto ya no tiene a Bezos en el sillón ejecutivo, tal como contamos acá- señalaron que la firma de Elon Musk “no respeta las reglas” que sí deben acatar otras personas y empresas.
