0,006 centímetros de ancho, que equivalen a 60 micrones y podríamos compararlo con un objeto 20 veces más pequeño que un grano de arena. Aquel es el tamaño del robot de origami más diminuto del mundo, que fue creado por investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, Estados Unidos.
Con forma de pájaro (que únicamente se distingue con un instrumental especializado), este ingenio no fue ideado para honrar el legendario arte japonés que consiste en doblar un papel en repetidas ocasiones hasta conseguir una forma determinada. En rigor, se trata de una estructura robótica plegable, capaz de moverse y adoptar diversas formas 3D.
// El increíble nanorobot "origami" que ayuda en algunas cirugías
Según explicaron los especialistas involucrados en este desarrollo, utilizaron una lámina de aproximadamente 30 átomos de espesor y lo que denominan “actuadores de memoria”, que reaccionan mediante descargas eléctricas, en este caso doblándose.
Al respecto, tal como explican en el sitio Xataka, se utilizaron actuadores capaces de producir desplazamientos tomando provecho del fenómeno físico de la piezoelectricidad. “El movimiento preciso que resulta cuando un campo eléctrico es aplicado al material, es de gran valor para el nanoposicionamiento”, indican.
“Queremos desarrollar robots microscópicos, pero que tengan cerebros a bordo”, explicó Itai Cohen, físico y líder de la investigación basada en nanotecnología. El experto mencionó tareas que actualmente realizan los autómatas de escala humana, como su uso en industrias y en hogares, e invitó a imaginar “un mundo en el que existan robots con similares usos, pero en microescala”.
“Es necesario tener apéndices que estén impulsados por transistores complementarios de semiconductores de óxido de metal (CMOS), básicamente un chip de computadora en un robot de 100 micrones”, detalló el investigador. El proceso de plegado requiere una pequeña sacudida eléctrica, y una vez que el material se dobla, mantiene su forma incluso si se elimina dicho voltaje.
Más detalles: los robots están hechos de capas nanométricas de platino con una película de titanio o dióxido de titanio en la parte superior. También cuentan con paneles rígidos de vidrio de dióxido de sílice sobre esas capas. Cuando se aplica un voltaje negativo, el robot se despliega a un estado inicial.
Las promesas de los robots pequeños
Los autómatas pequeñísimos tienen un potencial que genera ilusiones. Por caso, siguiendo a Cohen, con nanotrecnología podrían desarrollarse “instrumentos robóticos que realicen cirugías delicadas en escalas de menor longitud”.
// Crean un robot con una “mano de origami” capaz de agarrar objetos frágiles sin romperlos
Siguiendo el repaso de Gizmodo, Cohen imagina un futuro en el que un millón de robots microscópicos podrían plegarse para realizar tareas específicas, incluida la capacidad de ensamblarse en estructuras más complicadas. En ese orden, el especialista notó que el mayor desafío es fabricar materiales que respondan a los impulsos provistos por los mencionados semiconductores de metal.
