La nave Starship de Space X, cuyo objetivo es llevar humanos a Marte, explotó minutos después de aterrizar en su plataforma de Texas. El modelo SN 10 fue lanzado tras varias postergaciones desde la plataforma de la compañía del multimillonario Elon Musk y consiguió una autonomía de 10 kilómetros en apenas cuatro minutos.
El aparato se elevó, impulsado por tres motores, Llegó a alcanzar una altitud de 10 kilómetros, giró para volar en posición horizontal. Segundos después, comenzó su descenso en forma vertical y logró posarse en el lugar indicado sin problemas visibles.
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El plan se cumplió tal como estaba previsto. La clave estaba en el aterrizaje, algo que había terminado mal en las dos primeros intentos. Esta vez, la nave se posó en la plataforma en lo que los técnicos llaman “magnífico aterrizaje”. A diferencia de los dos vuelos de prueba anteriores, el cohete con forma de bala permaneció intacto al llegar a tierra, lo que llevó al comentarista de SpaceX John Insprucker a declarar: “Como reza el dicho, la tercera es la vencida”.
El detalle es que la transmisión en vivo que generaba Space X finaliza con el aterrizaje y se corta. Minutos después, la explosión sólo fue registrada por usuarios de redes y seguidores atentos al minuto a minuto de esta prueba espacial.
Fue el mismo Elon Musk el que posteó un mensaje tras la explosión:
Fue entonces que la nave explotó y fue arrojada hacia arriba, antes de caer bruscamente al suelo envuelta en llamas. SpaceX no comentó de inmediato sobre qué salió mal. Sin embargo, en la base de la nave se veían llamas que fueron extinguidas por los equipos remotos en el lugar. Pocos minutos después, el aparato explotó y volvió a elevarse unos metros. Cayó envuelto en llamas y se desintegró.
Los técnicos y especialistas espaciales en la base de Boca Chica, en Texas, quedaron shockeados por lo que en un primer momento habían calificado como positivo. Hasta el momento no hay datos técnicos o explicaciones de lo que pudo haber generado este final .
Space X: el minuto a minuto del aterrizaje exitoso y la explosión
El aparato forma parte de SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk, para viajar a Marte. “¡La nave espacial SN10 aterrizó en una sola pieza!”, tuiteó Musk aproximadamente una hora después del aterrizaje, minutos antes de la explosión.
“¡El equipo de SpaceX está haciendo un gran trabajo! Un día, la verdadera medida del éxito será que los vuelos de Starship sean algo común”, dijo en un segundo tuit.
El prototipo, identificado como SN10, había despegado en Boca Chica, Texas para su tercer vuelo suborbital de prueba. Otros dos prototipos, el SN8 y el SN9, se estrellaron al aterrizar en diciembre y a comienzos de febrero.
Estos ensayos se realizan en un área casi desierta en el extremo sur de Texas y al borde del Golfo de México. La zona es suficientemente amplia como para no causar daños ni víctimas.
Próximo objetivo de Space X: Marte y la Luna
Elon Musk imagina que algún día podrá lanzar varias naves a la conquista de Marte. Sin embargo, si se torna operativo, en principio el cohete serviría para vuelos más cortos, especialmente a la Luna. Musk estima que el desarrollo de este proyecto será de unos 5.000 millones, mientras que algunos expertos dudan de que colonizar Marte sea una empresa viable
En uno de esos aparatos volará a la Luna el multimillonario Yusaku Maezawa teóricamente en 2023. El precio del vuelo es confidencial.
Desde su cuenta de Twitter, Maezawa invitó este miércoles a ocho personas “del mundo entero” a acompañarlo. Los interesados deberán anotarse antes del 14 de marzo y una semana después se hará una primera selección. El futuro cohete, que incluirá una cápsula tripulada, tendrá una altura de 120 metros y podrá cargar 100 toneladas
