Haley Hassel es una madre soltera que intentó hacer feliz a su hija de seis años, Presleigh. La nena le había pedido una cartuchera para guardar los lápices de colores, y ella la buscó en varios lugares hasta que la encontró.
Volvió a su casa y le dijo a la pequeña que tenía una sorpresa para ella. Cuando esperaba alegría y sonrisas, recibió todo lo contrario. Presleigh tiró la cartuchera a la basura y le dijo que ya no lo quería. Todos sus compañeros tenían la misma. Después del berrinche se encerró en su cuarto con un portazo.
"Pensaba que había enseñado a mi hija a ser agradecida y a comprender lo afortunada que era, ¡pero aparentemente necesitaba una llamada de atención!", escribió la mujer en un extenso posteo en Facebook en el que relató lo sucedido y también contó qué hizo para darle una lección a su hija.
En vez de enojarse por lo que hizo la nena, la llamó y le dijo cuál era el estuche que iba a usar a partir de ahora: una bolsa de plástico transparente con un cierre hermético. Sí, como las que se usan en el freezer.
La nena, en un mar de lágrimas, intentó recuperar la cartuchera del tacho. Pero ya era tarde.
"Le dije que sacara el estuche de LOL de la basura y que encontraríamos un niño para dársela mañana... uno cuya madre y padre no tuvieran dinero para comprar útiles escolares o alguien que ni siquiera tuviera mamá o papá", explicó.
La mujer, además, aseguró que a veces puede reaccionar de forma exagerada, pero lo hace para darle la mejor educación a Presleigh. Además dijo que "habría hecho cualquier cosa por tener todo lo que su hija tiene ahora" y reflexionó sobre la importancia de ser agradecido en la vida.