Todos estamos completamente sorprendidos con la noticia de que un argentino de 13 años ganó casi un millón de dólares en el mundial de Fortnine. Thiago Lapp nació en Tigre y se alzó con ese premio este fin de semana al conquistar el quinto puesto en la categoría individual. Pero hubo otro participante, apenas tres años mayor que el argentino, que conquistó el primer lugar y recibirá más de U$S 3 millones.
Se trata del estadounidense Kyle Giersdorf, apodado Bugha, que se convirtió este domingo en Nueva York en el primer campeón del mundo en solitario del videojuego, una victoria con la que se volvió millonario con apenas 16 años. Bugha, que nació en el estado de Pensilvania, lideró desde la primera de las seis partidas y no dejó esa posición nunca. "Es una locura", declaró el joven tras la final.
Salvo en la segunda de las seis partidas, Giersdorf mostró una gran constancia a pesar del contexto: era la primera final en solitario de un Mundial, el premio era de tres millones y el evento se celebraba en el recinto Arthur Ashe, donde se disputa el US Open de tenis.
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En una partida de Fornite, el jugador dirige a un personaje en una isla en la que afronta a los demás. El ganador es el último sobreviviente. A medida que avanza la partida, el perímetro de juego se va reduciendo para acelerar el desenlace. Cada jugador pueden encontrar en la isla armas y material de construcción que le permite levantar estructuras para protegerse ante los ataques de los otros competidores.
La final en solitario, prueba clave de la competencia, cerró el primer Mundial del videojuego editado por la compañía estadounidense Epic Games, que distribuyó 30 millones de dólares en premios en tres días. El domingo, además de Bugha, otros tres jugadores estadounidenses se hicieron millonarios: Psalm, Epikwhale y Kreo. El argentino se consagró en el quinto puesto.
