Un turista británico se llevó una desagradable sorpresa cuando llegó a su hospedaje en Amsterdam. Ben Speller llegó a Holanda desde Inglaterra para ver un partido de fútbol. Por ese motivo pagó 100 libras por una noche en un ¿alojamiento? de Airbnb el 8 de mayo.
Aunque la descripción en la plataforma de alquiler temporario decía que era una "casa limpia en Amsterdam con baño privado" el hombre descubrió que se trataba de un container con un sanitario químico metido adentro.
Para sumar más a la estafa, mientras Ben iba a su alojamiento el anfitrión le escribió para avisarle que no iba a tener agua corriente. Pensando que ya era complicado conseguir otro lugar, el británico decidió mantener la reserva.
"Cuando llegamos pasamos tres veces por delante del container porque no podíamos creer que sea eso", explicó el hombre a The Sun Online Travel. "Ahí volví a chequear la publicación y la habían cambiado a 'casa container' ", agregó.
¿De qué se trataba? Era un contenedor con tres colchones en el piso y el baño químico al que se accedía por otra puerta, desde afuera.
Ben ni siquiera entró al container: se fue a otro hotel, que le costó 230 libras, y compartió su historia en las redes, donde rápidamente se viralizó.
Airbnb le devolvió al turista el dinero de su reserva porque el anfitrión se negó a hacerlo. La compañía de alquiler, además, le pagó los costos del hotel en el que se tuvo que quedar.
¿Y el container? Airbnb trató de contactarse con el dueño pero no obtuvo respuesta, por lo que eliminó la publicación de la plataforma. Este "peculiar" alojamiento, además, ya no está disponible: la ciudad removió el contenedor que estaba instalado en una vereda.
