No fue sencillo apagar el fuego que destruyó la catedral de Notre Dame. Pero además del esfuerzo de muchísimos bomberos, también fue clave el aporte de un robot extintor de incendios, Colossus, una mole de 500 kilos que maneja la Brigada de Bomberos de París.
Colossus está diseñado para operar en condiciones extremadamente hostiles, puede transportar herramientas pesadas y, lo más importante, puede ingresar a lugares peligrosos sin poner en riesgo a personas. Tras el incendio, Francia no tuvo que lamentar víctimas fatales, en parte gracias al trabajo de este asistente cibernético.
Este dispositivo se puede manejar a control remoto a una distancia de hasta 300 metros. Se mueve a una velocidad de 3,5 km/h y puede aguantar temperaturas extremas además de ser resistente al agua. Está en la Brigada de Bomberos de París hace dos años.
En el caso en particular de Notre Dame, el accionar de Colossus fue fundamental cuando la aguja norte de la catedral se estaba por caer pero todavía había fuego en el edificio, según explicó Gizmodo. Además de manejar una manguera, el dispositivo también puede servir para trasladar a personas heridas.
