Sin pedir permiso, una canción infantil se codea con Ariana Grande, Imagine Dragons y Lady Gaga. Esta semana un "intruso" se coló en el Hot 100 de la revista Billboard que reúne las canciones más populares en Estados Unidos. Se trata de “Baby Shark”, una melodía súper pegadiza que es amada por los chicos… y que algunos padres odian.
Quienes tienen hijos o pequeños en la familia saben que ellos son un público fiel, capaces de ver un mismo video cientos de veces. “Baby Shark” aprovechó esta constancia: es uno de los 25 más vistos en la historia de YouTube, con más de 2 mil millones de visualizaciones. Aunque lejos de los casi 6 mil millones que acumula “Despacito” de Luis Fonzi, el logro de los pequeños tiburones es apreciable.
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¿Cuáles son los secretos de este éxito viral? ¿Y quién está detrás de este contenido, que con el nuevo impulso busca nuevas formas para seducir a la platea infantil?
El detrás de escena
La primera versión de “Baby Shark” llegó a YouTube en 2015, aunque el súper viral fue publicado a mediados de 2016. Desde entonces, sumó esos más de 2 mil millones de reproducciones con sus poco más de 90 segundos de duración.
Hay que considerar que los tiburones danzantes aparecen en una centena de versiones en más de diez idiomas diferentes, todas orientadas a niños de entre 1 y 4 años.
Detrás de esta creación está la productora Pinkfong, con sede en Seúl. ¿Un viral que llega desde Corea del Sur? Ya había ocurrido: de aquel país también surgió otro de los grandes éxitos de YouTube, el célebre “Gangnam Style”.
Según cuentan los creadores de “Baby Shark”, los acordes se apoyan en una canción tradicional, incluyendo el pegadizo “doo doo doo doo doo”. Pero también se inspiraron en otro furor de aquel país: el Kpop o pop surcoreano. “Agregamos el ‘factor Kpop’ a nuestras canciones, ritmos muy modernos y optimistas”, dijo Seungkyu Lee, uno de los responsables de la productora. Y explicó que la canción enfatiza el sentido de comunidad.
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En este sitio cuentan otras versiones sobre el origen de la canción. Señalan que fue creada por dos maestras estadounidenses en los 90's, y que luego "viajó" por otros países, transformándose.
Como fuere, el jingle tiene pretensión de educar: muestra a una familia, enseña parentescos y colores en forma entretenida para los chicos. Pero es tan pegadiza, que también tiene sus detractores. En tono de broma, el presentador de televisión Jimmy Kimmel dijo que Baby Shark es una epidemia. Y fue el "vocero" de muchos adultos que reían, cómplices.
“No creo exagerar cuando digo que quien sea responsable de eso debería estar encerrado en prisión por el resto de sus vidas. Y luego, cuando mueran, su cuerpo debería ser alimentado por los mismos tiburones sobre los que cantaban”, sentenció el conductor.
Tiburones entusiasmados
Con semejante audiencia y a pesar del veredicto de Kimmel, la productora surcoreana tiene planes de expansión. Uno de los fundadores de la empresa comentó que este año lanzarán videos cortos en plataformas de streaming, una serie de dibujos animados y un musical. Además sellaron acuerdos para crear juegos con los escualos como protagonistas, que funcionarán con los asistentes de voz de Google y Amazon.
La compañía que nació en 2010 y recién saltó a la fama gracias al viral, también quiere desarrollar contenido para chicos de entre cinco y ocho años. Pero en este caso, los protagonistas serán pingüinos. Según contó Lee, tomó la idea de “Madagascar”, la película animada de DreamWorks.
¿Será tan viral como el de los tiburones? Mientras tanto, los chicos siguen bailando al ritmo del “doo doo doo doo doo”. Y a muchos padres sólo les quedará resignarse, y escuchar estos acordes una y otra vez.
