Tirar una botella al mar con un mensaje y esperar a que alguien lo lea. O armar un barco de papel y seguirlo por la calle a ver hasta donde llega. ¿Demasiado sencillo? Para algunos chicos modernos, sí. Ollie y Harry Ferguson, dos hermanos escoceses de 8 y 5 años tuvieron una idea un poco más innovadora: ponerle un GPS a un barco pirata de juguete, lanzarlo al mar y seguir su recorrido por el mundo.
La travesía empezó en Peterhead, la ciudad escocesa de donde son oriundos los hermanos. Después pudieron enterarse que su navío llegó a Dinamarca y Suecia. Y posteriormente un barco de Noruega lo tomó y lo llevó al sur del Océano Atlántico.
En esta página, que crearon sus padres, se puede ver la ubicación del barquito, bautizado HMS Adventure, en tiempo real. En este momento se encuentra cerca de la costas de Guyana y Venezuela.
Hay un riesgo en esta aventura: que el GPS del HMS Adventure se quede sin batería. Por ese motivo, ya se puso en alerta a los barcos de la zona para que si se lo cruzan lo rescaten, lo carguen y lo vuelvan a tirar al mar. El barco además lleva ese mensaje escrito: si alguien lo encuentra, debe devolverlo al agua para que continúe su viaje.
La aventura del HMS comenzó hace un año, en mayo de 2017. Navegó 620 kilómetros para llegar a Dinamarca, donde una familia lo encontró y les escribió a los Ferguson para avisarles y después lo devolvió al mar. Algo similar ocurrió en Suecia, donde una mujer incluso le hizo algunas reparaciones para que pueda seguir su viaje. Posteriormente llegó el turno de un barco "de verdad" que decidió trasladarlo hasta el Atlántico para que el pequeño barquito de juguete siga su viaje por el mundo.
