Los fanáticos de Harry Potter no tendrán poderes mágicos, pero al menos pueden sentirse orgullosos por haber sido estudiados por la ciencia. A diferencia de aquellos que no siguieron las aventuras del joven mago y sus amigos, una investigación reveló una inédita característica que incorporaron los amantes de esta historia.
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Según el artículo, publicado en la Revista de Psicología Social Aplicada, las personas que leyeron los libros de J.K. Rowling son menos prejuiciosas que el resto. En un experimento que analizó las conductas de los lectores, el resultado arrojó que "desarrollaron aptitudes para no estigmatizar a las minorías, como los inmigrantes y refugiados".
Los investigadores le dieron a 34 alumnos, del nivel primario, un cuestionario sobre qué opinaban sobre la migración y los separaron en dos grupos. Uno de ellos tenía que leer la escena en la que Draco Malfoy llama a Hermione, amiga de Potter, "sangre sucia" y el otro equipo tenía un texto que no estaba vinculado con el tema.
Una semana después, los estudiantes que tenían el fragmento de Rowling mostraban más empatía y compresión por el otro, mientras que el resto se mostró más distante.
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"En los libros de fantasía, los individuos pueden asociar personajes fantásticos con personas de la vida real. En el caso de los libros de Harry Potter, el protagonista tiene un contacto significativo con los más estigmatizados", señaló el reporte.
“La identificación con este mago y el rechazo por su enemigo Voldemort moderaron el efecto. La toma de perspectiva surgió como el proceso que permite la mejora de la actitud", agregaron los expertos.
