La fecha del 19 de diciembre de 2025 está marcada en rojo en los calendarios de la NASA y de la comunidad astronómica mundial. Ese día, el cometa interestelar 3I/Atlas alcanzará su punto más cercano a la Tierra, un evento que permitirá a los científicos observar con mayor detalle uno de los fenómenos más raros del cosmos: un objeto que no pertenece al sistema solar, pero que lo atraviesa a una velocidad impresionante.
Ese día, el 3I/Atlas pasará a “solo” unos 270 millones de kilómetros de la Tierra. Es decir, 1,8 veces la distancia entre nuestro planeta y el Sol.
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Si bien la distancia parece abrumadora, es el acercamiento más próximo jamás registrado para un cuerpo de estas características, lo que lo convierte en una oportunidad única para la observación científica.

Su visita, según los expertos, permitirá recolectar información valiosa sobre su composición química, comportamiento dinámico y su origen.
Con una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora, el 3I/Atlas despierta enorme interés entre los astrofísicos, ya que podría conservar materiales primitivos formados en regiones muy lejanas del espacio, incluso antes del nacimiento del sistema solar. “Estos objetos son cápsulas del tiempo cósmicas”, explicó la NASA. “Cada observación puede aportar pistas sobre los procesos de formación planetaria en otras estrellas”, agregaron.
El día esperado marcará el punto de observación más favorable para detectar variaciones en el brillo, la trayectoria y la actividad del cometa. Luego, la NASA tiene previsto iniciar el 29 de diciembre una misión especial para analizar en detalle los datos obtenidos y confirmar hipótesis sobre su composición y procedencia.
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El seguimiento del cometa involucra a algunos de los instrumentos más avanzados del mundo, entre ellos el Telescopio Espacial Hubble, el James Webb, el TESS, el Swift y la misión SPHEREx, además de vehículos robóticos como el rover Perseverance, el Mars Reconnaissance Orbiter y la Europa Clipper. Cada uno de ellos aportará datos complementarios para construir un retrato completo de este visitante estelar.
El 3I/Atlas se une así a una lista muy exclusiva: la de los objetos interestelares identificados en el sistema solar, como ‘Oumuamua en 2017 y el cometa Borisov en 2019. Pero, a diferencia de ellos, su paso permitirá observaciones más prolongadas y precisas.



