Gracias a una colaboración entre astrónomos y el uso de instrumental de observación desde la Tierra, se identificó un chorro de energía con el doble de largo que el ancho de la Vía Láctea. Esta formación abarca, mínimamente, 200.000 años luz de distancia. De acuerdo a los científicos involucrados en este hallazgo clave, se formó cuando el Universo tenía el 10% de su edad actual, es decir, “apenas” 1.200 millones de años después del Big Bang.
El hallazgo de un chorro de energía que duplica el tamaño de la Vía Láctea
“Curiosamente, el cuásar que alimenta este chorro masivo de radio no tiene una masa de agujero negro extrema en comparación con otros cuásares”, dijo en un comunicado Anniek Gloudemans, líder del equipo e investigadora de NOIRLab. “Esto parece indicar que no es necesario un agujero negro excepcionalmente masivo o una tasa de acreción excepcional para generar chorros tan poderosos en el universo primitivo”, agregó.
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De acuerdo a Gloudemans, este chorro de energía puede observarse desde la Tierra mediante instrumental especializado, aunque esté muy lejos. “Este objeto muestra lo que podemos descubrir combinando el poder de múltiples telescopios operando a distintas longitudes de onda”, señaló.
De acuerdo a la publicación Space, este descubrimiento es sustancial debido a que entrega nuevos datos sobre la formación de los primeros chorros de energía en el Universo y acerca de su influencia en la evolución de las galaxias. En este caso, el cuásar es denominado J1601+3102.
Si bien se cree que todas las grandes galaxias tienen un agujero negro supermasivo central con una masa muy superior a la del Sol de nuestro Sistema, no todos alimentan cuásares. Estos se forman cuando los agujeros negros están rodeados de una gran cantidad de gas y polvo, que le sirven de alimento. Este material genera una nube aplanada y arremolinada llamada “disco de acreción”. La masa genera fuerzas de marea y una gran fricción en el mencionado disco, que lo agranda y hace que brille con intensidad. Ese brillo puede identificarse con radiotelescopios, desde grandes distancias.
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Por lo demás, hay que tener en cuenta que no todo el material de un disco de acreción se introduce en el agujero negro central. En cambio, una parte se dirige hacia sus polos mediante potentes campos magnéticos. Estas partículas se aceleran casi a la velocidad de la luz y son expulsadas desde ambos polos como chorros. Este fenómeno es relativamente común en el Universo cercano, pero en el más primitivo (tal como se ha descubierto ahora) es más difícil de encontrar.
Los resultados de esta investigación se publicaron recientemente en The Astrophysical Journal Letters.