La Agencia Espacial Europea (ESA) presentó la primera página del gran atlas cósmico de su misión con el telescopio Euclid. Este primer fragmento del mapa, un mosaico de 208 gigapíxeles, muestra más de 14 millones de galaxias y decenas de millones de estrellas de la Vía Láctea, capturadas en un periodo de solo dos semanas entre el 25 de marzo y el 8 de abril de 2024.
“Gracias a esta primera imagen se podrán elaborar estadísticas sobre dónde se encuentran algunos tipos de galaxias con relación a las otras, cómo evolucionan en el tiempo y la razón por la cual no se forman más estrellas desde hace algunos miles de millones de años”, explicó Bruno Altieri, científico de la ESA.
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Esta composición representa solo el 1% de un mapa que revelará en seis años más de una tercera parte del cielo, agregó Valeria Pettorino, investigadora y miembro del proyecto Euclid en la ESA, en un comunicado publicado esta semana.
El mosaico presentado por la ESA cubre 132 grados cuadrados del cielo austral, lo que equivale a más de 500 veces el área de la Luna llena y es solo una pequeña muestra del vasto universo que Euclid se propone explorar. Está previsto que el telescopio observe más del 35% de la esfera celeste durante su misión, que tiene como objetivo cartografiar el cosmos para desentrañar los misterios de la materia oscura y la energía oscura, dos componentes fundamentales que constituyen aproximadamente el 95% del universo.
De qué se trata la misión Euclid
Lanzado en julio de 2023, el telescopio Euclid puede captar una escena en una sola imagen gracias al amplio campo de visión en luz visible e infrarrojo. Eso a diferencia del telescopio espacial James Webb (su vecino, a unos 1,5 millones de km de la Tierra) que ve menos ampliamente, pero más lejos.
La misión Euclid busca responder preguntas cruciales sobre la naturaleza del cosmos. A través de sus observaciones detalladas, los científicos esperan entender mejor cómo estas fuerzas invisibles influyen en la expansión del universo. La capacidad del telescopio para analizar las formas, distancias y movimientos de miles de millones de galaxias hasta 10.000 millones de años luz permitirá a los investigadores obtener datos que podrían transformar nuestra comprensión del universo.
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Su objetivo último es esclarecer uno de los más grandes enigmas científicos, el de la materia oscura y la energía oscura, de las cuales no se sabe casi nada. La materia oscura (25% del Universo) y la energía oscura (70%) tienen efectos opuestos. Cuando la primera garantiza la cohesión de las galaxias, la energía oscura provoca la expansión del Universo.
Para la primera, la materia oscura, se sabe que existe a causa de una constatación misteriosa: resulta imposible explicar, si se tiene en cuenta tan solo la fuerza de gravedad de los cuerpos visibles (planetas, estrellas...), por qué una galaxia o un grupo de galaxias no se dispersa. No puede ser observada directamente, pero se pueden ver sus efectos gravitacionales.
Desde los años 1990, se sabe que la expansión del Universo se acelera, lo que implica la existencia a gran escala de una fuerza repulsiva: la energía oscura.
El aceleramiento de esta expansión se habría iniciado hace 6000 millones de años.
A partir de este mapa, Euclid facilitará hacer medidas sobre la distribución de las galaxias y la expansión del Universo, y afinar de esa forma los modelos cosmológicos teóricos.
Al capturar las formas, las distancias y los movimientos de miles de millones de galaxias se puede deducir la distancia de las galaxias de diferentes maneras, por imágenes fotométricas, espectroscópicas, y observar como evolucionan las estructuras en el Universo, porque más se observa lejos, más se profundiza en el tiempo, aclararon los científicos de la ESA.