Una investigación reciente sobre la Antártida Occidental titulada “Antarctic Slope Undercurrent and onshore heat transport driven by ice shelf melting” destaca que el derretimiento de las plataformas de hielo podría desencadenar un aumento significativo en el nivel del mar que taparía varios lugares del mundo.
El estudio proyecta que, incluso con un control mínimo del calentamiento global, el nivel del mar podría aumentar hasta 1,7 metros para el año 2500. Sin embargo, en un escenario sin medidas de contención, este aumento podría alcanzar los 19,5 metros, lo que tendría consecuencias catastróficas para las zonas costeras.
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En el estudio se realizaron simulaciones donde se muestra que el derretimiento de la Antártida Occidental no solo incrementaría el nivel del mar, sino que también podría desestabilizar otras capas de hielo, exacerbando aún más la situación. Los científicos advierten que el futuro del Polo Sur y las costas globales depende en gran medida de las decisiones que se tomen hoy para mitigar el calentamiento global.
Zonas como Brasil, Países Bajos, Kiribati y ciudades importantes como Miami, Nueva York y Shanghái estarían en la línea de peligro por el supuesto aumento del nivel del mar y un incremento tan significativo que sus costas podrían quedar tapadas por el agua.
En caso de que no se tomen medidas de precaución, el un aumento potencial de hasta 19,5 metros podría superar las sofisticadas defensas contra inundaciones en estos países podrían ser superadas. Las islas del Pacífico, ya amenazadas por la subida del mar, podrían desaparecer por completo, lo que resultaría en una crisis humanitaria sin precedentes.
Estudios de la NASA confirman que Brasil podría ser tapado por el agua
En 2070, Brasil podría enfrentar condiciones climáticas extremas que lo haría inhabitable, según predicciones basadas en el estudio de la NASA titulado “Too Hot to Handle: How Climate Change May Make Some Places Too Hot to Live”.
En 2070, Brasil podría enfrentar condiciones extremas de calor y humedad que lo harían inhabitable en ciertas regiones. Los niveles de estrés térmico extremo empeoraron en los últimos 40 años, y se espera que esta tendencia continúe, especialmente en áreas subtropicales. La temperatura de bulbo húmedo, una medida crítica del estrés térmico, está aumentando en todo el mundo y algunos lugares podrían superar el límite de supervivencia humana de 35 grados.
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Desde 2005, se registraron valores de temperatura superiores a 35 grados en lugares como el Golfo Pérsico y Pakistán. Estas condiciones extremas también podrían volverse más comunes en Brasil para 2070, afectando gravemente la habitabilidad del país. Las olas de calor serán más frecuentes y severas, aumentando significativamente el riesgo de muertes relacionadas con el calor. Las personas mayores, aquellas que trabajan al aire libre y las que carecen de aire acondicionado serán las más vulnerables.
Las condiciones climáticas en Brasil ya están mostrando signos alarmantes de cambio, con incrementos en la frecuencia e intensidad de las olas de calor, que se prevé se agravarán para 2070. Los científicos observaron que la temperatura en algunas regiones del país comenzaron a acercarse con peligro al límite de supervivencia humana. Este fenómeno, combinado con una infraestructura insuficiente para enfrentar el calor extremo y la falta de acceso generalizado al aire acondicionado, podría llevar a una crisis humanitaria significativa, obligando a migraciones masivas y poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de personas.
Los satélites de la NASA juegan un papel crucial en el monitoreo de estos cambios climáticos. Instrumentos como el Atmospheric Infrared Sounder (AIRS) y el ECOsystem Spaceborne Thermal Radiometer Experiment (ECOSTRESS) proporcionan datos detallados sobre temperatura y humedad, ayudando a identificar los puntos críticos de estrés térmico. Estos datos son esenciales para desarrollar modelos informáticos que predicen fenómenos de calor extremo en Brasil y otras regiones vulnerables.