Neuralink, la compañía especializada en neurociencia que dirige en versátil Elon Musk, acaba de anunciar la búsqueda de nuevos pacientes dispuestos a implantarse el chip cerebral, una tecnología que funciona como un nexo entre la mente y los dispositivos electrónicos. Esta movida es la continuación de la primera cirugía que esa empresa realizó en un humano, una experiencia que ha tenido luces y algunas sombras.
Neuralink busca nuevos pacientes para su chip cerebral: ¿cuáles son los requisitos para los aplicantes?
Según informó Reuters, la firma de Musk se encuentra en la búsqueda de tres personas para la siguiente etapa de su iniciativa, disruptiva en el ámbito de la neurociencia.
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La compañía fue confundada por Musk en el año 2016 y desde entonces ha avanzado para generar canales de comunicación entre el cerebro y las computadoras. Luego de una serie de pruebas en animales, este año realizó el primer implante en un humano. En este momento, más que enfocarse en imaginerías de la ciencia ficción —la idea del cyborg es inevitable para muchos—, la atención está puesta en los potenciales beneficios para personas con problemas de movilidad y afecciones neurodegenerativas.
La nueva búsqueda de Neuralink continúa por ese mismo camino. Los que apliquen deben ser paciente con movimientos limitados o nulos en manos, muñecas o brazos, detalla la fuente. Además, buscan candidatos con entre 22 y 75 años, con lesiones en la médula espinal o esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Por lo demás, las limitaciones no deberían haber presentado mejoras desde hace al menos un año. También requieren que los diagnósticos superaren un año en esperanza de vida.
¿Quién es el primer paciente humano de Neuralink?
En enero de este año, Neuralink concretó con éxito el primer implante del chip cerebral en un cerebro humano. Luego de semanas de hermetismo, se reveló que el paciente ya podía controlar un cursor “telepáticamente”, es decir, sin emplear periféricos tradicionales. “Está recuperándose bien. Los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”, habían informado.
Recién hacia fines de marzo se divulgó una demostración pública protagonizada por Noland Arbaugh, un joven de 29 años con discapacidad motriz jugando al ajedrez en una computadora a través de instrucciones cerebrales. “Esto ya cambio mi vida”, aseguró el primer paciente humano de Neuralink.
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Hace unos ocho años, Arbaugh sufrió un accidente mientras buceaba, incidente que afectó su motricidad muscular, del cuello hacia abajo. De acuerdo a los informes oficiales, recibió el alta un día después de la intervención quirúrgica en la que se le implantó el chip. Si bien no consiguió mover el cursor en forma inmediata, con entrenamiento posterior logró ese paso. “Esta es una de las cosas que todos ustedes me han permitido hacer. Realmente no pude hacer mucho en los últimos años”, comentó.
Recientemente, y tras una larga ausencia en la escena pública, Arbaugh reapareció y contó que el chip había presentado algunos problemas de funcionamiento. Según la firma de neurocinecia, algunos de los electrodos del dispositivo se despegaron y desconectaron del tejido cerebral. Esto provocó que el chip transmitiera menos datos y que los científicos consideren retirarlo. “Al principio no sabían qué tan grave sería. Pensé que todo terminaba. Qué la experiencia estaba llegando a su fin”, contó el paciente.
Ante la posibilidad de perder las mejoras que el chip le aportaba, el joven manifestó su preocupación: “Fue muy duro, pensar en tener que renunciar a todas las cosas increíbles que era capaz de hacer”, dijo. Finalmente, el equipo de Neuralink realizó una serie de ajustes y, por el momento, el implante sigue en funcionamiento.
¿Cómo funciona el chip de Neuralink?
El chip cerebral, llamado Telepathy, permite a los usuarios controlar un dispositivo con el único auxilio del pensamiento. La clave es la generación es una interfaz cerebro-computadora.
Con el tamaño de una moneda, el implante funciona con 64 electrodos, hilos delgadísimos que se colocan en diferentes secciones del cerebro. Esos filamentos registran la actividad neuronal y la envían en forma inalámbrica a equipos, que con un software de aprendizaje automático decodifica la información para replicar instrucciones en los dispositivos, como computadoras.
Los pacientes de Neuralink deben someterse a una cirugía, en la que se realiza una incisión pequeña en el cráneo. Luego, se cosen los hilos al cerebro. La intervención demora cerca de 30 minutos y es mínimamente invasiva. En la actualidad, ese proceso es realizado conjuntamente por médicos humanos y robots cirujanos.
Si la tecnología funciona según lo previsto, los pacientes con enfermedades degenerativas graves podrían comunicarse y usar dispositivos con la mente. “Imagina que Stephen Hawking hubiera podido comunicarse más rápido que un mecanógrafo veloz. Ese es el objetivo”, señaló Musk al respecto.