Conocidos por la humanidad hace poco más de cien años y vistos por primera vez en el 2019, los agujeros negros son un sitio en el espacio donde nada puede escapar, ni siquiera la luz que viaja a altísimas velocidades, debido a la gran fuerza de gravedad que ejercen. Incluso con los avances en las investigaciones, tales formaciones siguen siendo enigmáticas.
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Con el ánimo de correr una parte de ese velo misterioso, científicos del Centro de Vuelo Espacial Goddard, un laboratorio de investigación que depende de la NASA, generaron simulaciones para saber qué ocurriría en el caso de que un agujero negro atrapase a un ser humano. El clip —que abre este repaso— presenta una inquietante perspectiva en primera persona.
¿Qué pasa si me traga un agujero negro? La respuesta de la NASA en una simulación
El astrofísico Jeremy Schnittman, de NASA Goddard, fue el encargado de crear las simulaciones que presentan dos posibles escenarios. Para ello, se empleó la supercomputadora Discover del Centro de Simulación Climática de la agencia espacial estadounidense. En total, generó 10 terabytes de datos. La misma tarea insumiría más de diez años en una computadora normal, aquellas que se ofrecen en el mercado, explican los responsables del proyecto.
El destino simulado es un agujero negro supermasivo con 4,3 millones de veces la masa de nuestro Sol, equivalente a un “monstruo situado en el centro de la Vía Láctea.
En el video que muestra qué pasaría si un agujero negro deglute a un astronauta, la cámara en primera persona comienza la pesadilla a una distancia de 640 millones de kilómetros del agujero negro, avanzando hacia él. Conforme la víctima de esta formación se acerca a ella, el disco y estructura interna se vuelven más claros. Luego se distorsionan y ocurren dos órbitas alrededor antes que el viajero se sumerja en un período de apenas 12,8 segundos.
Un segundo supuesto —en el video a continuación— se acerca al agujero negro, antes de escapar de la atracción gravitacional.
Tal como nota el sitio Xataka, los agujeros negros se forman a partir de núcleos de estrellas masivas muertas que colapsan bajo su propia gravedad. Son tan densos que su materia se comprime en un espacio que actualmente es indescriptible para la física. Por lo demás, estas formaciones se distinguen por su tamaño: las denominadas “estelares” son las que tienen masas comparables a la del Sol y radios de decenas o cientos de kilómetros; y aquellas cuyas masas son millones o hasta miles de millones de veces la masa de la gran estrella, son los llamados “agujeros negros supermasivos” de los núcleos de las galaxias.