A mediados del año pasado, el Telescopio Espacial James Webb fue el canal propicio para el descubrimiento de Maisie, una galaxia realmente antigua del Universo. Ahora, los investigadores involucrados revelan nueva información sobre esa formación que, por cierto, envuelve una historia tierna. Su descubridor la bautizó con el mismo nombre de su pequeña hija.
Maisie, la “tierna” galaxia que se formó en la infancia del Universo
Tal como nota la publicación Space, la imagen que muestra a Maisie —la que abre este repaso— no revela más que una mancha naranja y brillante. Sin embargo, las apariencias engañan, también en este caso. Esa galaxia es uno de los primeros descubrimientos de James Webb, un telescopio que comenzó a operar desde el espacio hace aproximadamente un año.
“Esta simple mancha representa el amanecer de una nueva era para la astronomía”, indica la fuente. Ahora, los científicos involucrados en este hallazgo confirmaron cuál es la edad de Maisie; la de la galaxia, no la de la hija de su descubridor. En concreto, es una de las más antiguas de las que la humanidad tiene noticia. Las nuevas observaciones mostraron que existía cuando el Universo tenía alrededor de 390 millones de años. Ahora, tiene unos 13.800 millones.
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“Esta galaxia existe desde un momento lo suficientemente temprano en el universo, que no podría ser visto sin el James Web”, dijo Steven Finkelstein, astrónomo de la Universidad de Texas en Austin e investigador principal de Cosmic Evolution Early Release Science Survey.
El nuevo estudio sobre Maisie se publicó esta semana en la revista Nature.
Maisie, una galaxia que genera ternura
Muchas de las galaxias que descubrió el poderoso telescopio de la NASA llevan nombres demasiado formales y, admitamos, aburridos. Algunas de ellas son CEERS 1019 o CEERS 746. En cambio, Maisie es un homenaje tierno a la hija de Finkelstein.
“Encontramos la galaxia en los datos de JWST justo el día del noveno cumpleaños de mi hija Maisie. Ella me había estado pidiendo que nombrara una galaxia en su honor, y le dije que en realidad no se nos permitía hacerlo. Pero debido a que la encontré en su cumpleaños, comencé a llamarla la galaxia de Maisie”, explicó Finkelstein. “Cuando llegó el momento de escribir el artículo, y estábamos debatiendo cómo llamar a la galaxia porque ya la habíamos estado llamando así, la gente sugirió simplemente poner ‘la galaxia de Maisie’ allí y ver qué pasaba. Logramos conseguirlo y publicado con ese nombre”, detalló.
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Amén de la denominación, un dato clave sobre la galaxia es la determinación de su edad. Con técnicas especializadas y el auxilio del James Webb, los astrónomos confirmaron que se trata de una formación primitiva. Según comentó Finkelstein, sin ese telescopio no hubiese sido posible encontrar a Maisie en el vasto universo. “Realmente no pudimos verlo antes del JWST”, explicó al respecto. “El Hubble no es lo suficientemente grande, ni cubría longitudes de onda (…) para ver una galaxia tan distante”, notó respecto a ese otro instrumental, que opera hace más de tres décadas.
De cara el futuro, el astrónomo de la Universidad de Texas en Austin anticipa que, gracias a Maisie, ahora saben que las primeras galaxias “son un poco más brillantes” de lo que se esperaba. Eso es alentador, ya que las vuelve más fáciles de encontrar. “Nuestra idea sobre cómo se forman las estrellas en la época temprana del universo puede necesitar un poco de revisión. Es posible que las galaxias estuvieran formando estrellas de manera más eficiente de lo que pensábamos. Son más brillantes y más fácil de ver”, concluyó.