Hay nuevos frentes de conflicto para Apple en el continente europeo. En la misma semana en la que el Parlamento de Europa citó a los CEOs de las grandes tecnológicas, incluyendo a la compañía de Cupertino; la organización de defensa del consumidor Euroconsumers divulgó un comunicado en el que informa que avanzan cuatro demandas contra los creadores de iPhone por obsolescencia programada.
Dos presentaciones se iniciaron en diciembre por dos organizaciones con sede en Bélgica y España, respectivamente. La tercera demanda es coordinada por la organización de derechos del consumidor italiana, Altroconsumo, que pide a Apple una indemnización de al menos 60 euros a los propietarios de teléfonos de la serie iPhone 6. El modelo regular, el 6 Plus y el 6S Plus son mencionados en la queja.
// Obsolescencia programada: ¿hay que cambiar los dispositivos cada dos años?
Una cuarta demanda colectiva es preparada en el mercado de Portugal, informó Phone Arena.
Los argumentos de la demanda
“Cuando los consumidores compran iPhone de Apple esperan productos de calidad sostenible. Desafortunadamente, eso no es lo que sucedió con la serie iPhone 6. No sólo los consumidores fueron defraudados, sino que tuvieron que enfrentar la frustración y el daño financiero, desde un punto de vista ambiental, también es absolutamente irresponsable “, dijo Els Bruggeman, directora de Euroconsumers.
“Esta nueva demanda es el frente más reciente en nuestra lucha contra la obsolescencia programada en Europa. Nuestra pregunta es simple: los consumidores estadounidenses recibieron una compensación, los consumidores europeos quieren ser tratados con la misma justicia y respeto”, agregó.
En el pasado Apple fue criticado por perjudicar intencionalmente el desempeño de sus smartphones más antiguos para favorecer el recambio de unidades, es decir, la compra de modelos más recientes.
El “derecho a reparar” en Europa
A fines de 2020, la Unión Europea aceleró su plan para obligar a los fabricantes de dispositivos electrónicos a ofrecer detalles sobre la vida útil de los productos, así como facilitar la reparación y reutilización de los mismos. En ese marco, el Parlamento Europeo dio luz verde al denominado “derecho a reparar” que establece normas a las que deberá ajustarse la industria y que se mueven en el sentido opuesto a la obsolescencia programada y no informada.
Con esta movida, la UE responde a un reclamo de larga data. Según una encuesta, el 77% de los europeos considera que los fabricantes deberían estar legalmente obligados a facilitar la reparación y/o el reemplazo de componentes.
Matthias Huisken, director legal de iFixit Europa, una organización que ya ofrece un índice similar al que propone el Parlamento, consideró que aquella es una gran victoria para los consumidores. “Esta votación pondrá en marcha una ola de nuevas políticas favorables a las reparaciones, desde puntajes de reparación en el comercio minorista hasta divulgaciones de longevidad de los productos”, señaló.
El texto aprobado procura que se establezca un etiquetado obligatorio en los dispositivos (similar al energético) que proporcione “información clara, inmediatamente visible y fácil de entender para los consumidores sobre la vida útil estimada y la capacidad de reparación de un producto al momento de la compra”. Las nuevas normas apuntan a que las reparaciones sean más accesibles a través de la ampliación de garantías generales, así como de las piezas reemplazadas. Además, buscan allanar el acceso a la información por parte de los compradores en cuanto al mantenimiento y posibles reparaciones.
// La vida útil de tu celular: ¿hasta cuándo te va a servir?
En ese orden, la propuesta apoya a los mercados de segunda mano y a la producción sostenible. Por otra parte, en línea con un pedido que también se ha repetido en los últimos años, piden la adopción de un sistema de carga común para reducir la basura electrónica. La resolución también propone una mayor disponibilidad de instrucciones de reparación y repuestos tanto para talleres independientes a las compañías como para consumidores.
