El Alphabet Workers Union, afiliado a Communications Workers of America (CWA), tiene como objetivo representar a los trabajadores bien remunerados del sector tecnológico, así como a los empleados temporales y contratistas, personal externo que realiza tareas para la compañía. Lo anunciaron empleados de Google y otras unidades de su empresa matriz Alphabet, intensificando un período de activismo dirigido a los gigantes de Silicon Valley.
El nuevo grupo laboral se centra no solo en los salarios y los beneficios, como la mayoría de los sindicatos, sino que también pretende tener un papel en las decisiones éticas del gigante tecnológico y en la protección contra despidos arbitrarios por activismo.
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“Esperamos crear un proceso democrático para que los trabajadores ejerzan el poder de toma de decisiones; promover la justicia social, económica y ambiental; y poner fin a las desigualdades injustas entre TVC (temporales, proveedores y contratistas) y FTE (empleados de tiempo completo)”, remarcó el sitio web de la agrupación.
“Nuestro gremio proporciona una estructura sostenible para asegurar que se respeten los valores que compartimos como empleados de Alphabet”, dijo Nicky Anselmo, un gerente de programación citado por la CWA.
Anselmo agregó que los trabajadores lucharon durante años con sus empleadores y protestaron contra “los pagos egregios y por varios millones de dólares dados a ejecutivos que han incurrido en acosos sexuales”.
A fines de diciembre, el sindicato tenía unos 200 miembros. Alphabet cuenta actualmente con unos 260.000 trabajadores, pero casi la mitad de los 120.000 trabajadores de Google en compañías de Alphabet son empleados temporales, contratistas o subcontratistas que no tienen los beneficios dados a los empleados a tiempo completo.
La afiliación de los trabajadores estadounidenses disminuyeron desde un 35% en 1954 a un 20% en 1984 y un 10% en 2019, al tiempo que se fueron deteriorando las condiciones y las perspectivas de la clase media.
Las grandes empresas de tecnología, que ofrecen una compensación generosa a los ingenieros de software y otros trabajadores calificados, evitaron en gran medida los impulsos gremiales de su personal, aunque se enfrentan a un creciente malestar por problemas en los lugares de trabajo en los últimos años.
En Amazon, que tiene decenas de miles de trabajadores en sus depósitos, las campañas se enfocaron en las condiciones laborales y la seguridad durante la pandemia.
Uno de los catalizadores en el gigante de Internet Google fue el reciente despido de Timnit Gebru, una investigador de ética de inteligencia artificial y abierta activista de diversidad.
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La compañía también enfrentó una reacción violenta de los empleados por su participación en un proyecto del Pentágono conocido como Proyecto Maven, que Google finalmente concluyó.
