¿Cuánto dinero pedirías para que tu rostro se convierta en una máscara que se vende en el mercado? Kamenya Omoto, una empresa con sede en Japón, tiene una oferta concreta: paga unos 400 dólares a personas que aceptan que su cara sea copiada e impresa en 3D, consiguiendo de ese modo resultados súper realistas, tal como podés ver en el video que abre este repaso.
Por el momento la propuesta (bautizada “ThatFace”) solamente es válida para residentes en Tokio mayores de 20 años. Luego del trabajo de escaneo e impresión 3D, la compañía venderá las máscaras por 750 dólares. Además de la retribución inicial, prevén entregar parte de las ganancias si la cara se vuelve popular en el mercado.
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Los interesados ya pueden reservar sus máscaras realistas en la tienda de la firma nipona, aunque aún no están disponibles para ser entregadas. Sin dudas, la propuesta es inusual. “Compraremos y venderemos sus rostros”, dicen desde Kamenya Omoto. “Es una historia de ciencia ficción que se ha vuelto realidad. Nadie sabe qué pasará en un mundo en el que habrá muchas caras como la tuya”, desafían en un comunicado.
Además de las máscaras faciales realistas, Kamenya Omoto vende otras máscaras hechas a mano para grupos de teatro. Estos representan figuras de cuentos populares, así como demonios, fantasmas y animales.
Siguiendo a CNET, más allá de la curiosidad que genera un producto de esa especie, hay algunos aspectos que generan críticas, preocupaciones y un debate que se intensificará. ¿Qué ocurrirá si un extraño usa una de estas máscaras realistas para cometer un delito? En rigor, aquello ya ocurrió en 2019 cuando una persona llevó una máscara hecha en silicona de un ministro francés y robó una gran suma de dinero.
Un antecedente robótico y también polémico
Las máscaras realistas no son propiedad exclusiva de la mencionada firma japonesa. Otras empresas también las crean valiéndose de impresoras 3D. Además, a fines de 2019 conocimos a Robo-C, un robot que se postuló como un humanoide hiperrealista.
La startup rusa Promobot lo promocionó diciendo que el comprador puede configurarlo con la cara de cualquier persona en el mundo. “¿Imagina una réplica de Michael Jordan en una tienda vendiendo uniformes de básquet, o un robot con el rostro de William Shakespeare leyendo sus propios textos en un museo?”, comentó en la ocasión Aleksei Iuzhakov, presidente de aquella empresa.
Ahora bien, tal como decíamos en TN Tecno, ¿qué ocurrirá con los derechos de imagen? ¿Acaso en el futuro cercano alguien podrá fabricar un robot con tu rostro y ponerlo en funcionamiento, sin autorización alguna? Las gacetillas oficiales de Promobot no hacen mención al respecto, aunque sin lugar a dudas aquel es un punto que genera controversias.
Pero más allá de su capacidad para imitar el aspecto de cualquier persona, este autómata también emula otras acciones típicamente humanas. Puede copiar hasta 600 expresiones faciales, mover los ojos, las cejas, los labios y otros músculos. Además aseguran que este robot con piel artificial muy realista también podrá mantener conversaciones lógicas y responder preguntas. ¿Su precio? 19.000 dólares.