Un sillón pareciera ser una especie de potente somnífero. Expertos explican por qué es difícil mudarse a la cama una vez que uno se quedó dormido en otro lugar.
Es una fórmula que se probó en Australia y podría contrarrestar el estado de “torpeza” posterior al descanso vespertino. No hay que abusar de la cafeína, pero, a veces, carga las pilas.