
El pueblo con dos nombres y 100 habitantes que se convirtió en un lugar ideal para una escapada
A poco más de dos horas de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra este lugar lleno de verde y mucha paz para desconectar de la gran capital.
A poco más de dos horas de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra este lugar lleno de verde y mucha paz para desconectar de la gran capital.
Es una pujante localidad bonaerense que queda a 50 kilómetros de CABA y ofrece un bellísimo entorno natural para pasar un fin de semana largo sin viajar grandes distancias.
Camino a la ruta 11 que va al Partido de la Costa, es un lugar ideal para frenar un rato antes de seguir viaje o quedarse a pasar un fin de semana.
TN recopiló distintas opciones para todos los presupuestos, desde cenas y noches de hotel, hasta obsequios exclusivos, vinos y delicatessen.
Una belleza en la costa de Villa Gesell que protege especies únicas y ofrece una inigualable experiencia ecoturística.
Arte, historia y tradición son tres componentes que forman parte de la identidad de este lugar que tiene la huella de un mítico artista argentino.
La rica tradición cultural y el patrimonio histórico se entrelazan en cada rincón de este destino clave de nuestra historia.
Entre atardeceres sobre el mar y pisadas de 7 mil años, el sudoeste bonaerense invita a descubrir de todo.
Una iniciativa que dinamizó el turismo en un pueblo santafesino y atrajo a visitantes que buscan conocer una parte auténtica de la historia argentina.
Está a 411 kilómetros del Obelisco y es un destino ideal para las escapadas de fin de semana. Aguas cristalinas, vegetación exuberante y naturaleza en estado puro.
Ideal para hacer una escapada de fin de semana y disfrutar de una de las tantas tradiciones populares de Buenos Aires.
Existe una localidad rural que conserva la belleza de la arquitectura colonial y se respira tranquilidad y una buena oferta gastronómica
Con actividades ecoturísticas, patrimonio histórico y festividades locales, este rincón de Colón ofrece una experiencia inolvidable para los amantes del turismo rural.
En la Meseta de Somuncurá se encuentran paisajes únicos, vestigios de antiguas culturas y un santuario de la biodiversidad. El imponente altiplano se originó por la actividad volcánica de hace millones de años.
Tiene una población de poco más de 500 habitantes y se destaca por su tranquilidad y su conexión con la naturaleza.
Permite apreciar cómo vivieron los comechingones y la comunidad Ayampitín justo antes del arribo de los españoles, además de ofrecer reliquias hechas por la propia naturaleza.
Rogelia ofrece una experiencia gastronómica única con porciones suculentas. Además, cuenta con una selecta carta de vinos.
Ubicado en el noreste de Chubut, Dolavon ofrece la posibilidad de hacer una escapada original. Historia, paisajes y un viaje a la cultura de otros tiempos.
Ya sea para hospedarse o simplemente disfrutar de una comida en su restaurante, quienes visiten este lugar encontrarán un espacio ideal para desconectar y reconectarse con lo esencial.
El accidente geográfico cuenta con una tonalidad más bien amarillenta debido al cauce del río, que generó erosión sobre los paredones: la experiencia combina el turismo aventura con los extraordinarios paisajes.