Sin enfocarse en la fachada ni en la innovación gastronómica, este restaurante porteño conquista con platos clásicos, abundantes y a un valor difícil de igualar.
Este sitio revoluciona la escena gastronómica con la tortinesa. Con platos abundantes, postres explosivos y un ambiente que mezcla cervecería y cantina, se volvió un destino ideal para grupos y amantes de lo original
Este restaurante barrial se convirtió en punto de encuentro gracias a sus porciones abundantes y sabores que representan lo mejor de la cocina argentina.
La propuesta recorre lo mejor de su carta: milanesas abundantes, pastas hechas en casa, guisos de invierno y postres como flan mixto, vigilante o mousse de chocolate.
Entre vitrales de Evita, vermut y platos de bodegón, es un punto de encuentro único.
Este bodegón ubicado en el barrio de Devoto es famoso por su mezcla entre lo clásico y lo moderno y por sus platos diferentes.
Ubicado en las tierras de La Consulta, San Carlos, a una hora de la ciudad de Mendoza, este bodegón y rotisería combina los sabores clásicos con la frescura y colores del Valle de Uco.
Un restaurante que sorprende a todos sus comensales con su plato estrella. Une la tradición de Nápoles con Tucumán.
Ubicada en una colorida esquina en Godoy Cruz, pintada con los colores del club que la alberga, la Cantina Talleres evoca el amor por la comida a precios accesibles que van desde los $20.000.
Un verdadero secreto a voces entre quienes buscan comer bien, abundante y a precios amigables en pleno corazón porteño.
Más de tres décadas de historia sostienen a Entretiempo, la cantina del Club Anzorena, donde la parrilla lleva siempre el sello de su propio dueño.
Fue considerada “la segunda casa” del Polaco Goyeneche. Tiene un exquisito buffet con platos que vienen a probar desde todos los rincones de CABA.
Un ícono de la cocina casera, con más de 30 años ofreciendo platos abundantes y tradicionales que siguen conquistando paladares.
El Vasco, el único restaurante de una pequeña localidad a 140 kilómetros de CABA, sorprende a los comensales por la calidad de su menú, con la milanesa a caballo como gran estrella.
Con su fachada rústica, la simpleza de sus platos y una trayectoria familiar destacable, se vuelve un imperdible para vecinos y turistas.
Se encuentra en Ayacucho 449 y es una excelente opción para vecinos y turistas que desean disfrutar de una experiencia auténtica a buen precio.
Fundado originalmente en el pueblo de Tunuyán, Mendoza, El Gallego supo traspasar de generación en generación el amor por los platos clásicos bodegueros con una impronta única.
Con una propuesta gastronómica que rápidamente te hace sentir como en casa, Pandito es el rincón foodie mendocino que resalta los sabores tradicionales con un estilo vintage reversionado.
El hombre compartió su experiencia y reveló el precio que pagó.
Es uno de los restaurantes más tradicionales de CABA y un emblema gastronómico de San Cristóbal. Allí ofrecen comidas que hace décadas desaparecieron de la ciudad.
