"Salimos de Jam, en Sudán, por la guerra", contó la refugiada Rahaba a la organización internacional de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). A medida que se agregan los detalles, el horror aumenta: "Vi cómo seis personas de una misma familia eran asesinadas, sólo dejaron a uno de los niños con vida. Dejamos la mayor parte de nuestras pertenencias en casa y tardamos más de 20 días llegar a Sudán del Sur. Caminábamos desde que amanecía hasta las 11 de la noche", continuó con el relato.
Como Rahaba, 15 millones de personas del mundo son refugiados que huyen de sus naciones, en donde hay conflictos armados, persecución o escasez alimentaria, para guarecerse en un lugar temporario que los proteja de la situación de la que escapan. MSF, que se ocupa de estas poblaciones en situación de crisis, organizó una instalación en pleno centro porteño para concientizar e iluminar aspectos poco difundidos sobre las condiciones en las que viven estas personas.
"El campo se supone que es una solución temporaria, pero muchas veces termina convirtiéndose en permanente," dijo a TN.com.ar Carolina Heidenhain, responsable de comunicación de MSF Argentina. Ella estuvo en Dadaab, uno de los campos más grandes en el mundo, que tiene 460 mil habitantes.
"Muchas veces, terminan padeciendo las mismas condiciones de las que huyen. Están hacinados, son propensos a enfermedades, se ven casos de desnutrición, entre otros factores de crisis."
En Plaza San Martín, se brindará una serie de charlas sobre estas cuestiones y sobre la actividad de MSF: ellos brindan apoyo sanitario y psicológico, asistencia médica y, como esta ocasión lo demuestra, ejercen una labor de testimoniar lo que sucede en estas poblaciones vulnerables. "Damos voz a poblaciones que no tienen voz, a aquellos que tienen escasos recursos para comunicar de forma global lo que padecen."
En este video, se puede ver cómo viven los refugiados.