La Cámara de Casación avanzaría sobre las condenas fijadas sobre los condenados en 2015 en la tragedia de Once, pero la decisión no dejará conforme a nadie: habrá un reacomodamiento de penas y la duda es sobre si van a hacerse efectivas las detenciones.
La expectativa está puesta en lo que resuelva la Cámara Federal de Casación Penal sobre las casi 30 condenas por la tragedia ferroviaria de Once que se fijaron en diciembre de 2015. El fallo se conocerá entre el cierre de esta semana y la próxima, ya que uno de los jueces se toma licencia por un mes a partir del 9 de mayo.
La inminente determinación está en manos de los magistrados Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques. Las condenas que fijó el Tribunal Oral Federal en diciembre de 2015 abarcan a Ricardo Jaime, seis años de prisión; Juan Pablo Schiavi, ocho años; Claudio Cirigliano, nueve años; y el motorman Marcos Antonio Córdoba, tres años y seis meses de prisión, entre otras.
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El 9 de mayo, Riggi se toma licencia por 30 días y por eso se prevé que la decisión se conozca o entre el jueves y viernes de esta semana, o durante el transcurso de la otra semana. El fallo que se espera no será bien recibido por la mayoría de los imputados porque el Tribunal pretende avanzar sobre las condenas, tanto de los exfuncionarios, como de los exresponsables del sector privado de la concesionaria TBA, entonces a cargo del tren Sarmiento.
A los familiares de las víctimas tampoco les caerá bien el fallo. Más allá de las condenas, se estima que haya un reacomodamiento de las penas y se evalúen los montos en función de si a cada uno de los imputados los van a culpar por administración fraudulenta, por los subsidios estatales que recibió TBA, así como por estrago culposo (es decir, el accidente en sí).
Los jueces evaluarán uno por uno qué supuesto grado de responsabilidad tuvieron. De allí, más de uno de los condenados podría ser beneficiado. Sobre el motorman, las pruebas lo complican en cuanto a que las pericias no descartaron su supuesta responsabilidad en el accidente. Una de las mayores expectativas también está focalizada en el cumplimiento efectivo de las penas. La decisión inmediata que adopte el Tribunal no conllevará la detención de los imputados, sino que recién lo resolverá la Cámara de Casación en otra instancia.
Tras el fallo, las defensas tienen la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema mediante un recurso extraordinario. Si es rechazado por Casación sí implicaría que se habilitan las detenciones de aquellos condenados por encima de los tres años de prisión. más allá de que puedan recurrir al Alto Tribunal "en queja".
