Pan social, pizza social, facturas sociales. Todos esos avisos se ven pintados de manera casera en un colectivo que funcionaba como transporte escolar. Ellos recorren los barrios vendiendo todos estos productos sumados a los más importantes como la lavandina. Lo hacen con precios muy bajos comparados con otros lugares y todo prácticamente a domicilio para que la gente no se tenga que mover.
// "Telenoche": convirtieron los frentes de las casas en vidrieras y "atienden" pese a la cuarentena
"Del cemento a la harina", describe muy bien Martín Ciccioli en Telenoche. Enrique -Quique, como todos lo conocen- es quien organizó todo esto. Tenía una constructora y fábrica de cerramientos de aluminio. Por la cuarentena cerró y vendió dos de los transportes de carga. Se compró el micro y arrancó con este emprendimiento. En esta nueva normalidad, si la gente le compra facturas y pan, él regala la lavandina. "Ganando poco te garantizás que todos puedan llegar a tener el producto", es el slogan.
"Marketing social", lo define Ciccioli mientras se sube al largo micro cargado con la mercadería y se dirige a sólo 11 cuadras al lugar desde donde comienza su recorrido. Es la constructora que ahora es una gran "panadería social". Pero no hay solo pan. En el barrio está la "pollería social" y la "verdulería social". Todo a precios más bajos para que los vecinos puedan cuidar el bolsillo en esta crisis sanitaria y económica.
Con su experiencia en la construcción, Quique se las rebuscó para transformar el frente de su fábrica en locales para la venta de los productos. Con sobras de vidrios, rejas, mármol, pallets, redecoró su esquina para poder atender a los vecinos y a su vez cuidar la distancia social. "Hoy en día no se trata de ganar mucho, lo poco es mucho, hay gente que no tiene nada", dice una de las empleadas que limpiaba casas y se quedó sin trabajo desde el 20 de marzo.
