Gracias a la rápida acción de un pescador de la zona de San Clemente del Tuyú, una enorme tortuga verde salvó su vida. El hombre, Roberto Ubieta, se topó con el animal, que pertenece a la especie Chelonia mydas, el 29 de diciembre.
Como fue capacitado por la Fundación Mundo Marino para brindar primeros auxilios a los reptiles marinos atrapados en las redes de pesca, Ubieta se movió con rapidez y trasladó a la tortuga al Centro de Rescate de la institución. La sorpresa que se llevaron los profesionales a los pocos días fue tan impactante como desagradable: el reptil comenzó a defecar una gran cantidad de basura.
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Hasta ahora se pudo detectar que el animal expulsó fragmentos de bolsas de nylon, hilos y plásticos duros. Aunque aún los veterinarios y biólogos no descartan que continúe expulsando basura, hasta ahora contabilizaron un total de 13 gramos de plástico, el equivalente a 26 sorbetes.
"A través de placas radiográficas pudimos observar cuerpos extraños en su interior. Por eso, comenzamos un tratamiento con una medicación que favorezca sus movimientos peristálticos (movimientos del tubo digestivo) y le permita eliminar lo que observamos en las placas", explicó Ignacio Peña, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.
"Hoy la tortuga se encuentra comiendo hojas verdes, principalmente lechuga y algas. La vemos con buena actitud, por lo que la evolución es favorable", agregó.
Sin embargo, desde la fundación informaron que, en lo que va del año, no es el primer caso registrado. "Hasta ahora ingresaron dos tortugas de la misma especie. La primera de ellas fue encontrada muerta por el mismo pescador el 12 de enero. Durante la necropsia, también realizada en el Centro de Rescate, se encontraron distintos tipos de plásticos en el sistema digestivo del reptil marino. La segunda, ingresó el 17 de enero y durante la mañana del jueves 23 de enero expulsó un fragmento de bolsa de nylon", indicaron.
Además, advirtieron que la especie a la que pertenece la tortuga rescatada se encuentra "en peligro", según estableció la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La situación remite una vez más al problema de los plásticos en los océanos y del peligro que representan para la fauna marina. “No sólo existe riesgo de una obstrucción intestinal de tipo mecánica por la ingesta de plástico. La acumulación de elementos no nutritivos en los sistemas digestivos de estos reptiles marinos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que los va debilitando paulatinamente”, explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
"Además, podría generarse una gran cantidad de gas en sus organismos producto del plástico acumulado. Lo cual afectaría su capacidad de buceo e inmersión, tanto para alimentarse como para buscar temperaturas más aptas”, detalló la profesional.
Censo de Basura Marina
En diciembre del año pasado se dieron a conocer los resultados de la cuarta edición del Censo de Basura Costera Marina. Se considera basura marina a cualquier material persistente, fabricado por el hombre, sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero.
Según la información de la Fundación Mundo Marino, registró que el 83,2% de la totalidad de los residuos censados en 20 localidades de la costa bonaerense está conformado por plástico. Por su parte, los animales lo ingieren al confundirlo con su alimento natural, compuesto por medusas y fauna gelatinosa.