Hace algunos años, los alumnos de los cursos más avanzados de la escuela secundaria comenzaron a organizar festejos para dar comienzo a su último primer día (UPD). Por lo general, el evento consistía en una gran reunión en la casa de alguno de los estudiantes con el objetivo de pasar toda la noche despiertos y así arrancar el día trasnochados en el aula. Sin embargo hoy estas celebraciones suelen implicar la contratación de salones de eventos, quintas o boliches, y llegan a generar verdaderos disturbios en las inmediaciones de plazas y colegios.
Aunque la idea de que los alumnos reciban con alegría su último primer día de clases no parecería tener nada malo, con los años, el espíritu detrás de este tipo de festejos ha pasado a ser el de una celebración descontrolada en la que pocos se preocupan por respetar las reglas.
Como parte del UPD, muchos jóvenes se reúnen en sus casas o incluso reservan boliches, quintas y salones en la noche previa al comienzo de clases. A la mañana siguiente, ya sea a pie o en medios de transporte que también son contratados, la fiesta continúa en los alrededores de las escuelas, donde los alumnos no sólo llegan sin dormir, sino, en muchos casos, en completo estado de ebriedad.
Durante los desfiles del último primer día, los estudiantes se esmeran por llamar la atención, por lo que suelen usar disfraces, banderas, bombos, silbatos, humo de colores, petardos y hasta fuegos artificiales. De esta forma, las caravanas y festejos llegan a ocasionar cortes parciales de calles y, por supuesto, generan ruidos molestos para los vecinos de la zona. Así, las postales que dejan los festejos del UPD llegan a ser realmente lamentables, como las de la Plaza Roca de Río Cuarto, en Córdoba, publicadas esta mañana.
En ocasiones, las celebraciones ni siquiera llegan a su fin, ya que los vecinos se ven obligados a llamar a la Policía para que termine con la fiesta. En Santiago del Estero, por ejemplo, la Divisón Prevención y Portección Contra el Alcoholismo de la fuerza provincial desalojó una casa con menores de edad. En Paraná, mientras tanto, las autoridades secuestraron más de 30 carros de supermercado con bebidas alcohólicas destinados a festejos de este tipo.
En vista de la evolución de la celebración del último primer día, varios municipios y provincias han decidido establecer multas a los propietarios y comerciantes que decidan prestar o poner en alquiler distintas locaciones para la organización de este tipo de evento.