Una alerta enviada por el FBI puso sobreaviso a Interpol y el IP de una computadora terminó de cerrar el cerco alrededor de la casa de la calle Mitre al 2.900 del barrio San José en Entre Ríos. En ese lugar vivía junto con su madre un adolescente de 17 años a quien buscaban por ser parte de un grupo internacional que incitaba a un suicidio masivo.
Si bien no se trató del desafío suicida conocido como la "Ballena Azul", el entrecruzamiento de datos determinó que era un mecanismo de instigación muy parecido. El adolescente proponía una serie de retos cuya meta era la autoeliminación.
“Es un caso particularmente dramático porque muchos jóvenes estaban en riesgo, ya que el objetivo era el suicidio masivo, en un horario y día acordados”, explicó una fuente de la investigación a diario UNO.
La denuncia llegó justo antes de que pudieran concretar su objetivo que, según trascendió, estaba programado para el 17 de agosto. El chico entrerriano fue señalado como el contacto con España y a su vez, como el responsable del "lavado de cabeza" a los participantes argentinos.