El represor Miguel Etchecolatz, de 88 años, fue llevado a una clínica de Mar del Plata para ser atendido por problemas de salud, aunque no estuvo ni esposado ni contó con la custodia policial obligatoria.
Etchecolatz, quien tiene seis condenas por delios de lesa humanidad y cuenta con el beneficio de la prisión domiciliaria, fue trasladado desde su casa en el barrio Peralta Ramos, de Mar del Plata, en una camioneta blanca a las 16 del sábado a la clínica Colón. Ahí esperó dos horas para ser atendido.
A finales de diciembre, los jueces José Martínez Sobrino, Julio Luis Panelo y Fernando Canero, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6 le concedieron la posibilidad de estar detenido en su hogar, aunque detallaron que si tuviera que trasladarse tenía que hacerlo esposado y con la custodia de una fuerza federal.
Aún no trascendieron los motivos de su visita al hospital y tampoco se conocen los detalles de la autorización para llevarlo. En el barrio donde vive hay descontento de los vecinos por su presencia: no quieren que viva ahí.
Etchecolatz fue mano derecha del represor Ramón Camps durante la última dictadura militar y sobre él pesan condenas por secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bebés.
