El presidente Mauricio Macri encabezó un acto a 40 años de la visita que realizó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a la Argentina en 1979, en plena dictadura cívico-militar.
El acto se llevó a cabo en la Quinta de Olivos y contó con la participación de integrantes del organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), con su presidenta Esmeralda Arosemena de Troitiño, y del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, entre otros.
“Quiero reconocer el enorme aporte que hizo la CIDH para que los argentinos podamos vivir en democracia. La visita de 1979 y el informe fueron emblemáticos para nuestra historia. Echaron luz sobre años oscuros en nuestro país y marcaron un hito en la recuperación del estado de derecho en la Argentina”, expresó Macri.
“Hacia el exterior el informe ayudó a abrir los ojos al mundo, y mostrar lo que verdaderamente ocurría en el país -añadió-. Y hacia adentro fue una pieza clave para romper el silencio que había en gran parte de la sociedad, como siempre producto del miedo”.
El evento conmemoró la visita de la CIDH al país, justamente un 6 de septiembre, luego de recibir gran cantidad de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
En aquel entonces, los representantes del organismo permanecieron dos semanas en la Argentina y recorrieron centros de detención y cárceles en varias provincias, así como también mantuvieron reuniones con el presidente de facto, Jorge Rafael Videla, entidades de derechos humanos y empresarios, entre otros.
Asimismo, recibieron un total de 5.580 denuncias, que sirvieron para visibilizar a nivel internacional los delitos de lesa humanidad que se cometían en la Argentina.
