María Julia Alsogaray, que ocupó varias funciones de Gobierno durante la presidencia de Carlos Menem, murió hoy tras afrontar varias causas judiciales y condenas por corrupción. Su mayor escándalo en la política lo desató cuando posó para la Revista Noticias el 22 de julio de 1990 envuelta en un tapado de piel con los hombros descubiertos.
Bajo la leyenda "Reina pero no gobierna: María Julia y su 'romance' con el presidente", en momentos en que se decía que tenía una estrecha relación con Menem, Alsogaray aparecía en la publicación vistiendo un tapado que se lo había prestado Graciela Borges. La sugerente fotografía le costó el derrumbe de su carrera política y la derrota de un juicio contra un escritor.
“Yo no lo podía creer”, contó Jorge Fontevecchia al recordar la situación hace tres años, durante la celebración del 25º aniversario de la revista. "Fue una genialidad de un gran fotógrafo ya jubilado Osvaldo Dubini que venía de Siete Días y se jactaba de ser quien había descubierto a Graciela Alfano para Miss Siete Días", recordó.
"María Julia, en ese momento, se decía que tenía una relación estrecha con Menem, y había todo un juego de erotismo por decirlo de alguna manera, en el que jugaba a ser sexy", agregó el periodista sobre el trasfondo de la emblemática portada.
A pesar de que luego se supo que llevaba ropa, la tapa de la revista le trajo muchas críticas por parte de diferentes sectores. Uno de los comentarios en contra fue el del escritor Marcos Aguinis que hizo en su libro "El atroz encanto de ser argentinos 2".
"María Julia Alsogaray mareaba con su talento y algunos la llegaron a considerar un animal mitológico con risita de hiena y ponzoña de serpiente. Saltó a la tapa de las revistas cuando se hizo fotografiar con pieles sobre su cuerpo desnudo, dicen que feliz por una coima monumental", acusó Aguinis en su publicación. Por estas declaraciones, la menemista lo demandó por 200 mil pesos por supuestos "daños y perjuicios".
La demanda de Alsogaray fue rechazada por el juez en lo Civil Miguel Prada Errecart, quien consideró que "más allá de todos los argumentos jurídicos expresados, todo podría sintetizarse en dos palabras: poco serio".
Tras su paso por la función pública, Alsogaray enfrentó ocho juicios en los que estuvo acusada de diferentes irregularidades cometidas en su gestión. El último proceso judicial debió ser suspendido este año por su enfermedad.
