"Hace dos años y cuatro meses que no puedo estar con mi familia, eso es lo que más lamento; que me hayan separado de ellos. Extraño mi casa y mi vida de antes”, escribió la joven desde la Unidad Penitenciaria N° 4 de Tucumán.
Belén está presa desde hace ya casi 900 días y fue condenada a 8 años de prisión, en un polémico proceso "flojo" de pruebas por el supuesto homicidio agravado de un feto encontrado en el baño de un hospital.
Pero su vida ya no puede ser como antes. Solo que ahora se hicieron cargo de su vulnerabilidad diez organizaciones sociales y de derechos humanos que se presentaron como "amicus curiae" ante la Corte Suprema de Justicia de Tucumán para pedir su liberación. En sus presentaciones, todas destacaron que no hay ninguna prueba que la vincule con ese hecho.
"Estuve mucho tiempo sola, muy sola, y ahora siento la fuerza de mucha gente que me acompaña. Tengo fe de que pronto se va a hacer justicia para mí", agregó en su nota de agradecimiento desde la cárcel. La Corte provincial tendrá que decidir sobre la libertad de la joven y la anulación del proceso.
