La ley las protege en el papel, pero en la vida real su existencia es difícil y además, las siguen matando. Esa es la realidad que cantan las cifras. En 2016, hubo 16 crímenes de odio contra personas travestis y trans en todo el país. El número superó la totalidad de crímenes de odio contra travestis, trans y homosexuales del año anterior.
“A las travestis y trans nos matan y nuestras muertes no interpelan, ni son motivo para reclamar justicia como otras. Para la sociedad y para el Estado, nuestra muerte, así como nuestra vida, no vale nada, no es una vida digna de ser vivida en igualdad de condiciones, como la vida de cualquier ciudadano común. Necesitamos casa, trabajo, salud, educación y reparación y para ello claro… ESTAR VIVAS”, decía el documento que leyeron en una marcha de protesta a fines del 2016 las asociaciones que convocaban.
La lista de víctimas que no se detiene
A Bella Inostroza, de 40 años, la encontraron en General Roca, Río Negro en una acequia, con signos de violencia y un tiro en la cabeza. El crimen fue calificado como homicidio simple.
Erika Rojas desapareció el 1 de abril. La hallaron 20 días más tarde, en el parque industrial de Formosa, quemada.
Jose Zalazar Maturano era trabajadora de limpieza en la Casa del Niño y del Adolescente de La Boca. La encontraron muerta el 22 de febrero en Florencio Varela, desnuda, con golpes y la cara cortada.
A Zoe Quispe, integrante de la organización “Damas de Hierro” en Jujuy, su pareja la mató de 36 puñaladas.
A Evelyn Rojas en Misiones la atacaron a golpes con un objeto contundente en la cara. Cuando la encontraron, en una estación de servicio abandonada de Posadas, estaba semidesnuda y tenía la cara desfigurada.
Estrella Belén Sánchez tenía 26 años y murió en Córdoba de un paro cardíaco, por las heridas recibidas en un ataque.
Diana Sacayán, una activista por los derechos de las travestis fue brutalmente asesinada en su casa de Flores por su pareja .
Ayelén Goméz tenía 31 años. Su cadáver fue encontrado bajo las tribunas del Lawn Tennis de Tucumán, con golpes y signos de asfixia. Había vuelto a su provincia el año pasado, para reencontrarse con su mamá, después de pasar varios años en Buenos Aires, donde estudiaba en el bachillerato Mocha Celis.
Cassandra fue degollada, quemada y su cuerpo arrojado a un terreno baldío en Camino de Cintura y Seguí. Había recibido amenazas policiales.
La ley y la calle
"En los últimos años hubo una ampliación de derechos, pero persisten los problemas", dice Emily Mottas, estudiante de comunicación y activista. Los asesinatos son cotidianos, las violencia es fuerte y no está suficientemente difundida. "Lo que pasó a nivel legislativo es, sin embargo, destacable y rescatable. La ley es muy amplia en derechos, una de las primeras leyes del mundo, si no la primera, que despatologiza identidades trans y travestis" reconoce.
Según Mottas, los problemas que padecen pueden agruparse en tres ejes: salud, educación y trabajo.
Las travestis y trans tuvieron más acceso en los últimos años al sistema sanitario y a tratamientos hormonales. La cantidad de inyecciones de siliconas líquidas que minaban su salud bajó sensiblemente en la comunidad. Ahora, tienen por ley acceso a las operaciones de modificación de sus fenotipos sexuales, que antes eran ilegales. Los pocos médicos que las practicaban lo hacían en condiciones de semiclandestinidad y abusaban del poder que tenían sobre sus pacientes.
En lo que se refiere al trabajo, la problemática es preocupante. De cada 10 desempleadas, 9 ejercen la prostitución.
El acceso a la educación sí creció si se compara la situación, antes y después de la ley. La matrícula del Bachillerato Mocha Celis, que funciona en Chacarita, es una demostración de la apertura de espacios educativos de contención de un colectivo que fue históricamente expulsado de todos los niveles.
Lo que podría contribuir a mejorar el conocimiento y la integración, la ley de educación sexual integral, no se cumple. No se aplica en escuelas ni terciarios, con distintas excusas. Pero básicamente, para no irritar a quienes se oponen a su contenido."Ya se está incluso retrocediendo con proyectos que admiten que un juez no case a parejas igualitarias por razones de conciencia o religiosas", advierte Emily.
El orgullo de ser
Las propuestas que llevarán el sábado a la Marcha del Orgullo son la declaración de emergencia nacional por los travesticidio, y la efectivización del cupo laboral en la provincia de Buenos Aires.
"Todo va unido. Te echan de tu casa cuando sos chica, no tenés educación, ejercés la prostitución y ahí se produce la mayor violencia. Porque el travesticidio es solamente la punta del iceberg de todas las demás violencias" diagnostica Emily.
Mottas identifica tres causas de muerte entre las travestis: la violencia machista, ejercida por extraños, por clientes o por parejas o exparejas; los problemas de salud derivados de las inyecciones de siliconas líquidas; y finalmente el SIDA, una enfermedad que dejó de ser mortal por la eficiencia en la provisión de medicación. Por eso, el promedio de vida en la comunidad es de 35 a 40 años, según varios estudios coincidentes .
También llevarán la propuesta de un proyecto de ley reparación que ya está a estudio en el Congreso desde hace un año. Fija una indemnización por la violencia institucional a la que fueron sometidas sistemáticamente las personas trans y travestis; y en especial a aquellas que fueron detenidas de manera ilegítima a causa de los edictos policiales que estuvieron vigentes hasta 1995.