La familia del chico de 14 años que tuvo una hija con su maestra de 23 años en Mendoza rompió el silencio. La mujer había sido denunciada por estupro, pero la Justicia la absolvió porque consideró que el alumno era "maduro sexualmente" y que las relaciones fueron "consentidas" con el aval de su círculo íntimo. Sin embargo, los padres del joven, que hoy tiene 17, remarcaron que fue un vínculo enfermizo y que ella se aprovechó de él.
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"No voy a poner abogados y soy sincero, a esta altura tampoco quiero que ella termine presa. Sí pido que se sepa que la Justicia se equivocó, que mi hijo era solo un niño y no un supermacho que puede estar de novio con su maestra", aseveró el papá denunciante.
El caso ocurrió en la localidad mendocina de Palmira. La joven, que estaba terminando la carrera, había sido contratada por la familia el adolescente para darle clases particulares, porque a mediados de 2013 tuvo un accidente y faltó varias semanas a la escuela.
"No sé cómo empezó", reveló el joven, en una entrevista con el medio local Los Andes. "Fue acá, en mi casa, cuando estábamos estudiando. Ella me tocaba, me decía que era lindo, que hiciéramos cosas, que no iba a pasar nada malo, que ella iba a ser mi nena. A mí todo eso me gustaba mucho y me enamoré", detalló.
Pero para su mamá, la maestra era una mujer "aprovechadora" y negó haber consentido la relación, a pesar de que la docente se mudó a su casa para convivir con su hijo en una pieza. "La tendría que haber sacado pero me equivoqué y en su momento no lo hice. Mi hijo no entraba en razones, nos hacía la vida imposible y amenazaba con que se iba detrás de ella si la echábamos", expresó.
Dos meses después de que el chico cumpliera los 14 años, la joven tuvo a una bebé. Y la pareja hasta abrió un negocio. Pero la relación no funcionó y la mujer formó pareja con otro hombre. Fue en esta instancia que la familia decidió denunciarla. El caso fue investigado como abuso sexual agravado, por entender que la docente ejercía como tutora educativa.
La maestra fue primero detenida y al poco tiempo fue beneficiada con la prisión domiciliaria porque estaba embarazada de su nuevo novio. De haber sido encontrada culpable podría haber recibido una pena de 3 a 6 años de cárcel, pero jugó a su favor que el alumno fuera "maduro sexualmente" y el consentimiento de su familia mientras duró la relación.
El fiscal de la causa, Oscar Sívori, destacó que la denuncia parecía una reacción de despecho frente al enamoramiento que todavía sigue sintiendo el menor por ella. "La ley no puede encargarse de lo que hacen las personas con sus emociones", manifestó a TN al fundamentar la absolución.