Esta sección no puede seguir adelante sin homenajear a una grande del espectáculo, que hoy tiene 99 años. Es Hilda Bernard. Comenzó haciendo papeles pequeños en el teatro Cervantes, pero con su voz privilegiada ganó popularidad en los radioteatros, con actores como Oscar Casco, Eduardo Rudy y Fernando Siro. Las novelas eran de Nené Cascallar y luego de Alberto Migré.
Pronto se la llevó la televisión, donde actuó a las órdenes de María Herminia Avellaneda, Cris Morena y Damián Szifron, solo por nombrar algunos. Trabajó también en cine en películas como Vení conmigo, Enigma de mujer: en fin, es imposible mencionar tantos títulos.
// Hilda Bernard, la mala de "Chiquititas", cumple 99 años
Conforme a su edad, fue damita joven en las primeras telenovelas, mujer hecha y derecha en ciclos como Su comedia favorita, Muchacha italiana viene a casarse y El amor tiene cara de mujer. Tenía un tipo de belleza que no correspondía al canon oficial de la época pero hoy representa un estilo de envidiable refinamiento. Eso no era casual: es hija de padre inglés, de origen belga, y su madre era una aristócrata austríaca. Ella heredó esa finura y elegancia.
Con los años se la convocó para otro tipo de personaje: fue la abuela de Andrea del Boca en Celeste y una magnífica malvada en las producciones de Cris Morena. Participó en comedias como La niñera, El patrón de la vereda y fue la loca madre de Mercedes Morán en Socias. También volvió al teatro con Rodolfo Bebán en El último encuentro.
Es imposible recorrer adecuadamente una carrera tan extensa y enjundiosa, pero obtuvo unos cuantos premios, entre otros el Martín Fierro a la trayectoria en 2015. Es una de las actrices más elegantes y exquisitas de nuestro medio, un verdadero lujo.
