Ese aire regio que transmite Helen Mirren en cualquiera de sus papeles no es casual. Su madre, la número 13 de 14 hijos, era una londinense de clase obrera, hija de Vasily Petrovich Mironoff, carnicero. Vasily nació en Rusia pero su padre, Pyotr Vasilievich Mironov, lo llevó a Inglaterra a los dos años de edad. Pyotr, que había sido el carnicero de la Reina Victoria, era un aristócrata, descendiente de prominentes militares, y eventualmente un diplomático de nota.
La Revolución Rusa de 1917 obligó a la familia a emigrar y se instalaron en Londres, donde Pyotr se ganó la vida manejando un taxi. Vasily, su hijo, tocaba la viola en la Orquesta Filarmónica de Londres, pero después del nacimiento de Helen dejó la orquesta y también manejó un taxi; luego prosperó y finalmente se convirtió en un servidor civil en el Ministerio de Transporte. En la década del 50 cambió su apellido por Mirren.
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Desde la escuela primaria, Helen Mirren se inclinó por la actuación y fue la protagonista de una producción escolar de Hansel y Gretel. Así comenzó todo. A los 18 años, ya egresada de la universidad, la aceptaron en el National Youth Theatre y a los 20 fue Cleopatra en la puesta de Antonio y Cleopatra que se presentó en el célebre teatro Old Vic. Ese rol, según ella, lanzó su carrera. Fue invitada a integrar la prestigiosa Royal Shakespeare Company, donde tuvo una cantidad de papeles protagónicos: desde Crésida en Troilo y Crésida hasta Lady Macbeth.
La lista de sus roles es infinita: fue Nina en La Gaviota de Chejov, protagonizó La señorita Julia de Strindberg, encarnó a Hermia en El sueño de una noche de verano. Mientras tanto trabajaba en cine y televisión. Representó a tres reinas de Inglaterra: la Reina Carlota, la esposa de Jorge III, en La locura del Rey Jorge, de 1994; Isabel I en la serie de televisión de 2005 e Isabel II en la película La Reina, de 2006: una de las pocas ocasiones en que una actriz gana por el mismo film los cuatro premios principales del cine: el Oscar, el BAFTA, el Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores.
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Tuvo gran éxito por su papel en Gosford Park, de Robert Altman, y después de alguna vacilación decidió participar en Las chicas del calendario, con Maggie Smith y Julie Walters, donde un grupo de mujeres de cierta edad posan desnudas para un calendario que producen con fines benéficos. En televisión, entre otras producciones, se destacó como Jane Tennison en la inolvidable y multipremiada serie Prime Suspect, que se emitió entre 1991 y 2006, donde llegó a convertirse en jefa de Detectives de la Policía Metropolitana de Londres, todo un logro para una mujer sobre todo en esa época.
Helen Mirren posee un enorme talento y una particular belleza que se incrementa a medida que pasa el tiempo. Tiene ahora 75 años y deslumbra con cada aparición. Se la considera una de las diez mejores actrices británicas de todos los tiempos, junto con Judi Dench y Audrey Hepburn entre otras. Además de todos sus premios y reconocimientos fue nombrada Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico. Un lujo para la escena y la pantalla. Un lujo en general.