Desconsolado, Andrés, amigo de toda la vida de los primos Agustín Irustía y Priscila Ochoa, dos de las cuatro víctimas de la tragedia de Villa Gesell, dijo que el hecho los "rompió enteros".
"No caemos, los conozco desde chiquitos, por los padres, por el voley. Eran hijos del club, estaban siempre", recordó el joven. "Priscila era árbitro, y Agustín me ayudaba a mí, entrenaba y jugaba conmigo", dijo el joven, que remarcó que Agustín había sido elegido como mejor jugador de la disciplina, en los dos últimos torneos. "Eran las piernas del club", concluyó el joven, conmovido.
Agustín integraba el equipo del Club Lafinur y era hijo del titular de la Federación Provincial de Voley, mientras que Priscila era hija del entrenador de la misma institución de ese deporte.