El vínculo entre una mascota y la familia que la adopta es único. Se fortalece cada día a base de cuidados, cariño y de la compañía recíproca.
El caso de Fefe, una cacatúa que tiene 19 años, reúne todos estos elementos. Fue rescatada por una organización que protege a loros en Florida, EE.UU., y Eve Butler, voluntaria del lugar, decidió adoptarla y llevarla a su casa, a sabiendas de que su marido no posee un gran vínculo con las aves.
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Sin embargo, la llegada del animal rápidamente lo conquistó y cambió la dinámica familiar.
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Fefe perdió todas sus plumas por una crisis de ansiedad. Esa característica le da un aspecto aún más enternecedor.
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Sus días transcurren “pegada” a su dueño. Va tras sus pasos y lo acompaña en todas sus actividades. Ella ama los masajes que le hace el hombre y no se quiere apartar de él. Convierte cada escena cotidiana en una divertida acción.
En definitiva, una muestra más de cómo el amor de una mascota puede echar más luz en un hogar.
