Estos tatuadores tienen una particularidad. Además de ser un equipo de trabajo, son un grupo de amigos que comparten la pasión por todo lo que hacen. Y en ese todo está el deseo de pensar en los demás en aquellos que necesitan que les tiendan una mano.
Ponen su granito de arena en cada viaje, en cada lugar donde ya se los espera.
Esos muchachos que parecen rudos, y en cuya piel tienen tatuada parte de su vida, sienten que no sólo los demás necesitan de ellos. Sino que ellos también necesitan de los otros. De esas sonrisas de agradecimiento y felicidad.
De vivir la sensación que además de tatuar la piel, pueden tatuar almas y corazones.
Han asumido un compromiso enorme. Ponen su granito de arena en cada viaje, en cada lugar donde ya se los espera.
Esos muchachos que parecen rudos, y en cuya piel tienen tatuada parte de su vida, sienten que no sólo los demás necesitan de ellos. Sino que ellos también necesitan de los otros.
Todo eso hizo que quisiéramos conocerlos. A estos muchachos, puro músculo, puro tatuaje, puro corazón les decimos ¡¡GRACIAS!!
Reviví nuestras historias En Primera Persona.
