Landfill Harmonic, la orquesta de los instrumentos reciclados, es la prueba más clara de que aún en medio de la adversidad, de no tener nada o muy poco, igual se puede soñar.
De esa forma lo describe su director, Fabio Chávez, y así lo viven los jóvenes y niños que integran la orquesta.
Gracias a las manos de un hombre humilde y una gran cantidad de objetos que se desechan y que muchos consideran inservibles, muchos se sienten realmente felices.
Las melodías que interpretan estaban lejos de formar parte de sus gustos cotidianos. Sin embargo, acercarse a obras tan maravillosas los hizo entender que cada uno tiene las posibilidades que desea.
Pero también que esto forma parte de una forma de vida. La disciplina, el estudio el empeño y el poder equivocarse y darse cuenta que se puede volver a intentar.
Landfill Harmonic es un ejemplo a imitar y así lo entienden también en distintos lugares del mundo que han tenido en cuenta lo que ha significado la música en la vida de estos niños y jóvenes y los llevan a mostrar sus sueños cumplidos.
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