Claudio Belizan, el testigo protegido en la causa de la "mafia de la Aduana", acusó a Martín Vilca, el gendarme que debía cuidarlo, de tener relaciones sexuales con su pareja. El hombre tuvo que cambiar su casa por un hotel cuando ingresó al programa de protección, pero se enteró de que su pareja lo engañaba a través de su hijo de 4 años. "Martín se acostó a dormir", le dijo el nene y ya no hubo vuelta atrás.
// Un testigo protegido denunció al gendarme que lo custodiaba por acostarse con su mujer
Más allá de la sordidez que seguramente tenga esta situación, por las variables judiciales y policiales que tenga, lo que puedo decir es que una de las cosas más crueles que se puede decir a un chico es que desmienta sus percepciones. Es decir, cuando uno no puede confiar en su propia percepción porque es desmentida por los otros -o porque la percepción implica algo amenazante si uno ve algo como "testigo en peligro"- uno se siente amenazado por las implicancias de la peligrosidad que tiene eso.
El peligro puede ser desde un acto de violencia hasta la pérdida de un amor. El chico sufre muchísimo y esto distorsiona su crecimiento psicológico, anímico y moral.
Los chicos tienen mucho miedo a la pérdida de amor y si hay una extorsión de por medio, que lamentablemente muchos padres usan, se sienten vulnerables y son capaces de incluso ellos negar sus propias percepciones. Eso implica también quebrarse interiormente y empezar a jugar a acomodarse a las circunstancias en un clima de amenazas, y no ver las cosas como son y que sean los padres los que ayuden a organizar la percepción.
En el caso de que los padres nieguen o reten al chico por ver lo que ve, se genera una situación de extrema violencia psicológica. Los chicos tienen una lealtad muy fuerte con sus padres. En ese sentido, en esa línea de crueldad, cuando los dos mayores piden lealtad al hijo pero tiran para un lado distinto, el pequeño siente un desgarro muy grande que lo lleva a sufrir muchísimo porque no puede elegir a los dos al mismo tiempo.
Esto se da en situaciones de extrema patología, pero también en situaciones de mayor "normalidad" porque son sistemas que muchos padres utilizan para ganar el apoyo político del hijo. También es utilizado para que el chico no denuncie con sus palabras sencillas alguna situación que quieren ocultar.
