A punto de arrancar el nuevo año lectivo, las autoridades educativas de la ciudad de Buenos Aires no quieren que las protestas que pueda haber durante el año afecten al normal desenvolvimiento de las clases. Por eso lanzó un protocolo "antitomas" que podría llegar a contemplar multas para los padres de los alumnos que intervengan en alguna.
Telenoche consultó a sectores del Gobierno que detallaron cómo es el nuevo plan. En uno de los puntos, cuando haya una toma los padres van a tener que venir a buscar a los alumnos. Si no lo hacen porque están de acuerdo con la protesta que eventualmente hagan los chicos, se deberán hacer cargo de los daños materiales que podrían ocasionar, apunta el proyecto.
"Las decisiones que uno toma tienen consecuencias. Por eso, tienen que ser responsables las personas que actúen. Con esta idea dejamos en claro que el cuidado de los chicos y los bienes no son de la escuela sino de los padres que autorizaron a sus hijos a estar si son menores de edad. Esto nos va a quedar como herramienta para poder iniciar las acciones legales pertinentes", indicó Soledad Acuña, la ministra de Eduación porteña.
A partir del lanzamiento de esta idea, desde algunos lugares se mostraron sorprendidos. "La ministra no dice que la toma es un delito. Nosotros nos enteramos por los medios, algo que es muy irregular. Esperemos tener cuanto antes el proyecto", comentó Gustavo Moreno, de la asesoría tutelera N° 1 de la Ciudad.
"La toma vulnera el trabajo de los docentes y también las clases de los propios chicos. Estamos buscando la manera de no naturalizar esto", cerró Acuña
