En junio de 1995, días después de haber realizado un exitoso trasplante múltiple, el periodista de TN Mario Markic entrevistó al doctor René Favaloro. Esta charla, que sin perder el tono formal, permitió sentir el latido más íntimo del médico y dejó frases para recordar:
Su trabajo:
"Trabajo 10/12 horas por día. Nunca conté las operaciones". "Depende que pueda tener las manos estables cinco horas sin que se muevan, que no se nuble la vista, que pueda mantener la serenidad. Mientras el cerebro y las manos estén bien uno puede seguir operando. “Uno disfruta de su trabajo. Goza y sufre. Cuando se pierde a un paciente se sufre terriblemente”.
Donación de órganos
“La gente tiene que entender que uno puede ser útil hasta después de muerto. Hay que hacerle entender a la gente que lo pongan donde lo ponga todo eso se va a pudrir”.
La muerte
“Yo no le tengo miedo a la muerte. El cirujano vive con la muerte. ¿Enfermo yo? Una sola vez con la hepatitis el año pasado. Una semana estuve asustado porque la cosa estaba bastante fea. Llegué a pensar que iba a pasar de largo… decía, ¡Qué cosa, no voy a ver la puesta de sol, mis amigos, la familia... yo pensaba en la naturaleza y en las pequeñas cosas” .
La vida
"Sigo viviendo de ideales y utopías. El día que no haya un ideal por delante o un nuevo desafío prefiero morirme. Fuera de la sala de cirugia me emociona cualquier cosa".
Sus orígenes
"Sería horroroso si yo me olvidara de dónde surgí, de dónde vine y si no estuviera en contacto con la gente. Uso el lunfardo porque lo aprendí de chico".
Gimnasia de La Plata, su pasión
"Yo soy un hincha confeso y lo llevo en el alma desde pibe… Yo nací en el barrio “El Mondongo”, un barrio muy pobre de La Plata. Ahí eran todos de Gimnasia”.
