Desde el noroeste a la costa atlántica, dos millones de personas estaban potencialmente expuestas a consumir agua con arsénico en la Argentina en el año 2000. Los últimos estudios indican que la cifra ha crecido. El índice de arsénico en agua es de más de 50 ppb (partes por billón).
Los límites de la contaminación van desde el borde norte del Altiplano y los cursos de los ríos Bermejo y Paraná hasta los recorridos de los ríos Desaguadero y Colorado. Con la excepción de algunos casos provocados por minas y fundiciones, el origen de la contaminación con arsénico es natural y está relacionado con la actividad de volcanes e hidrotermal asociada a la cordillera de los Andes. A la costa, llega por aguas superficiales.
Entre los casos emblemáticos, está el de la ciudad de Bell Ville, en Córdoba. El gran número de casos de HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico) hizo que la enfermedad fuera conocida hasta 1913 como "enfermedad de Bell Ville".
Otra de las zonas más afectadas es el Chaco (hay áreas con más de 700 ppb), pero también es grave la contaminación en Santiago del Estero, donde alcanzó, en la localidad de Mili, el récord de 2400 ppb.
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El HACRE se manifiesta con lesiones de la piel: hiperpigmentación, hiperqueratosis, verrugas, melanosis, leucodermia (aparición de manchas claras), carcinoma de células basales y una alta incidencia de cáncer de vejiga y uretra. Hay estudios que demuestran que los chicos son más sensibles y que el arsénico afecta la actividad locomotora y el aprendizaje, la atención, la comprensión verbal y la memoria a largo plazo.
Los síntomas de intoxicación aguda por arsénico (que no se producen por consumo de agua) incluyen vómitos, dolor abdominal y diarrea. Luego aparecen otros efectos, como entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies o calambres musculares y, en casos extremos, la muerte.
El arsénico se detecta en sangre, orina, pelo y uñas.
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Las soluciones a la contaminación
Según la Organización Mundial de la Salud, hay distintas formas de reducir los niveles de arsénico en el agua.
- Se puede sustituir las aguas muy contaminadas con agua de lluvia o aguas tratadas. También, es posible reservar el agua con bajo nivel de contaminación para beber, cocinar y regar y usar el agua más contaminada para bañarse o lavar la ropa.
- Es posible diferenciar los pozos más contaminados de los que tienen bajo nivel de contaminación pintándolos de colores diferentes.
- Se aconseja mezclar aguas de baja contaminación con otras de mayor nivel, para aumentar el volumen de agua con un nivel de concentracióin aceptable.
- Instalar sistemas de eliminación del arsénico y asegurar que la sustancia eliminada se someta a un adecuado tratamiento de residuos.
Fuente: - Hidroarsenicismo crónico regional endémico Módulo de capacitación para atención primaria. Ministerio de Salud de la Nación
- Arsénico. Febrero de 2018 . Organización Mundial de la Salud