Todos los factores conducían hacia una nueva tragedia, pero el accidente entre un tren y un micro escolar en Campana esquivó la desgracia pese a que el cruce no tenía barreras y aunque el transporte llevaba más chicos de los que podía trasladar.
La suerte reinó y el episodio, que arrojó 22 heridos con politraumatismo y escoriaciones -entre ellos 19 menores-, se resume en la “tragedia que no fue”.
Desde el lugar del choque, el fiscal de la causa, Juan José Maraggi, aseguró que el chofer del micro actuó con “imprudencia” y confirmó que el colectivo escolar transportaba más pasajeros de lo permitido. Este planteo ya había sido arrojado minutos después del accidente por el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia.
A su vez, otra arista de responsabilidad recae sobre el conductor del micro, quien permanecerá aprehendido hasta ser indagado por la Justicia. El colectivo escolar tenía una multa reciente por no cumplir con ciertas normas reglamentarias, según publicó la agencia DyN en un cable de noticias
Hace diez días, el conductor había sido apercibido por "sobrepasar el límite en cantidad de ocupantes del vehículo o menores de 10 años ocupando el asiento del acompañante". La infracción fue labrada el 24 de febrero último con el número de acta 01-999-00364053-1.
En el mismo cable se detalló que el chofer conducía "sin portar su licencia estando habilitado" y que el valor de la multa era de $476,90. Maraggi ratificó que el juez de Garantías será quien deberá evaluar si ordena la detención del colectivero.
Por otro lado, vecinos de la zona denunciaron -acusación que fue confirmada por el jefe de Bombero de Campana Miguel Sánchez- que el pase nivel no tenía barrera. Según le explicaron a la prensa, el cruce se realiza a diario con libre albedrío, sin criterio unificado y sin control.
Los padres de los alumnos heridos también criticaron esta carencia de mantenimiento y control del servicio ferroviario, al mismo tiempo que detallaron las falencias con las que funcionaba el micro.
Malvina, la mamá de uno de los estudiantes de la escuela agropecuaria dependiente del INTA, dijo que el colectivo circulaba "con la puerta abierta y con la gente colgada". Además, sostuvo que eran "deplorables" las condiciones del ómnibus escolar y especificó que se desplazaba con ruedas "prácticamente lisas".