Mendoza estaba por ingresar en la fase 5 de la cuarentena, pero una cadena de contagios de COVID-19 encendió las alertas y modificó los planes de flexibilización que había encarado la provincia. Por eso, suspendieron las reuniones entre amigos en lugares privados y restringieron los encuentros familiares.
Además, desde la medianoche de este jueves, se regresó a la modalidad de salidas recreativas según la terminación del número del DNI.
"No vamos a permitir la reunión de amigos en casas particulares, vamos a ser muy estrictos con eso", dijo el gobernador Rodolfo Suárez. "Pido a la ciudadanía que cuando escuche que se realiza una fiesta, avise a la Policía para que esta pueda proceder y, además de las multas, tendrán el arresto", agregó.
Asimismo, el mandatario adelantó en conferencia de prensa que enviará un proyecto a la Legislatura para modificar el Código Contravencional e imponer un arresto de 15 a 30 días para el dueño de la casa en la que se realicen estas reuniones.
En cuanto a los encuentros familiares, desde ahora pueden realizarse de hasta diez personas, en viviendas los fines de semana y feriados de 7 a 23.
Los recientes contagios de coronavirus se dieron durante una fiesta clandestina realizada en la localidad de Maipú entre el 4 y el 6 de junio. Allí, una persona que estaba infectada, conocido luego como el "caso 98", contagió a diez de los asistentes y a varios compañeros de trabajo.
Luego de confirmarse el aumento en los casos positivos, el gobierno provincial hizo la denuncia ante la Justicia, y la cartera sanitaria contactó a un centenar de personas para evitar un mayor número de contagios.
