Familiares, amigos y colegas del fotógrafo José Luis Cabezas, asesinado hace 17 años en Pinamar tras retratar al empresario Alfredo Yabrán, realizaron varios homenajes en esa ciudad de la Costa Atlántica.
En tanto, su hermana Gladys expresó su "bronca" por la "impunidad" que permitió a los atacantes del reportero a seguir en libertad y cuestionó la lentitud de la justicia. Familiares de Cabezas, la Asociación de Reporteros Gráficos (ARGRA) y una agrupación cultural inauguraron en la cava -donde fue encontrado su cadáver- un mural en hierro.
El acto central se realizó las 19 del sábado en la entrada de la ciudad, mientras que a las 21 se hizo un festival, del que participaron varias bandas como cierre de los homenajes. Gladys Cabezas, hermana del fotógrafo que al momento de ser asesinado trabajaba en la editorial Perfil, remarcó que con su familia "hicimos lo imposible para que esta gente, estos asesinos estén detenidos pero están al lado nuestro".
"Sólo dos, (los ex comisarios Aníbal) Luna y (Sergio) Cammaratta son los únicos que están detenidos. Algunos incluso están veraneando en Mar del Plata como (José Luis) Auge", destacó. La mujer indicó que "más allá de si han cumplido más o menos la condena en primera instancia, con esto (de otorgarle a algunos prisión domiciliaria) tienen una libertad primera".
"Siento bronca. Como familia lo único que nos queda es señalar a esta gente y recordar que son unos asesinos", agregó. La mujer lamentó que "la causa penalmente ya se cerró y no hay ninguna apelación más". "Lo que puede hacer la justicia es que esta gente cumpla esta prisión domiciliaria", añadió. En ese marco, instó a "terminar un poco con esta impunidad y con esta justicia tan lenta".
A su vez, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) se solidarizó con los reclamos de la familia Cabezas y pidió que vuelvan a prisión los condenados que incumplieron el arresto domiciliario. FOPEA remarcó que "el crimen de Cabezas fue el peor atentado a la libertad de prensa en Argentina desde el retorno de la democracia en 1983".
