Medio siglo pasó desde aquel 20 de julio histórico, que marcó a la humanidad para siempre. Son 50 los años que hace que el hombre llegó a Luna, ayudado por los grandes avances tecnológicos que consiguió. Uno de ellos fue la creación de un traje especial para poder sobrevivir en el espacio.
Nelson Castro, El Corresponsal, está en Cabo Cañaveral reviviendo todo lo ocurrido en aquella ocasión. Y tras recorrer diferentes lugares míticos del centro de la NASA, le tocó sentirse como un astronauta y probarse el traje para viajar lejos de la Tierra.
Para poder entender mejor cómo funciona la indumentaria lunar, Nelson compartió su experiencia con Pablo de León, un argentino que es ingeniero y director del Laboratorio de Vuelos Espaciales de la Universidad de Dakota del Norte, quien tiene a su cargo la fabricación, preparación y evaluación de los trajes.
“Los trajes están hechos de cientos de materiales distintos, algunos son compuestos, también de fibras de carbono, de fibras de Kevlar, telas de diferentes tipos, películas de mylar para regular la temperatura. Por su parte, el casco tiene policarbonato y todo tiene su parte electrónica y sistemas biomédicos. No es una prenda, es una nave espacial en sí misma”, explicó De León.
// El ingeniero argentino que trabaja en la NASA cuenta los detalles de la llegada del hombre a la Luna
Comparando este traje con el que se utilizó en 1969, el ingeniero aclaró que “antes se usaban otros materiales, como látex natural”.
Para poder sobrevivir en el espacio exterior, comunicarse con la Tierra y tener un sistema propio de oxígeno, esta vestimenta pesa más de 100 kilos, pero en gravedad 0 no representa casi una gran carga para el que lo lleva (en la Luna hay un sexto nivel de la gravedad que hay acá en tierra firme).
Pero para los viajes a Marte que se proyectan habrá que trabajar para lograr trajes más livianos, ya que en el planeta rojo hay un tercio de nuestra gravedad, por lo que la situación varía.
