La harina es un alimento casi infaltable en los hogares, pero más allá de su uso en la cocina, también se puede aprovechar de otras formas. Uno de sus beneficios, es usarla para ahuyentar a hormigas de la casa.
Este método ayuda a espantar a esos molestos insectos que pueden anidar y reproducirse rápidamente en el hogar. Su aplicación no tiene demasiados secretos: tan sólo se debe espolvorear un poco en el fondo de la alacena, así como en puertas y ventanas.
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Los motivos por los que la harina es efectiva para alejar a las hormigas es gracias a sus propiedades de este polvo fino y seco. Si bien no es tan efectivo en infestaciones severas, esta solución se posiciona como una alternativa económica y ecológica a un problema que afecta a muchos hogares.
Por qué la harina es útil para ahuyentar a las hormigas
Al igual que ocurre con otros ingredientes naturales, como el limón, la naranja y diversas frutas cítricas, la harina sirve como método disuasorio contra las hormigas porque interfiere con su sistema de orientación. Estos bichos se guían casi exclusivamente a través de las feromonas, unos rastros químicos que dejan en el suelo para que otros miembros de su colonia puedan encontrar el camino hacia el alimento.

Cuando se lo espolvorea en la cocina, así como en puertas y ventanas, ese polvo cubre la superficie y rompe o tapa las señales, lo cual genera que las hormigas pierdan el rastro y se desorganicen. Además, al ser un material fino y seco, dificulta el desplazamiento de estos organismos. Al caminar sobre ella, la harina se les adhiere al cuerpo y a las patas, algo que les resulta muy molesto y que las obliga a retroceder o buscar rutas alternativas.
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Es importante destacar que este método no las mata ni actúa como un veneno, sino que simplemente forma una especie de barrera que les dificulta la movilidad. Otro punto clave es que la harina absorbe humedad y otros aromas del ambiente, lo cual reduce la intensidad de los olores que atraen a las hormigas, como los de restos de comida y azúcar, especialmente en la alacena o en los zócalos de la cocina. Su efecto suele ser temporal, aunque desaparece si se moja o se limpia la superficie.
Otros trucos caseros para deshacerse de las hormigas
Además de los métodos más conocidos, existen otros trucos caseros que pueden ayudar a mantener a las hormigas lejos del hogar. Uno de los más utilizados es el vinagre blanco, ya que su olor intenso altera los rastros de feromonas. Mezclado en partes iguales con agua y aplicado en pisos, mesadas, zócalos y marcos de puertas, funciona como un repelente eficaz y económico.

El jugo de limón también tiene una función similar, porque su acidez desorganiza los caminos que siguen estos insectos y reduce su interés por ingresar a la vivienda. Las especias y hierbas aromáticas son otra alternativa frecuente. La canela, el clavo de olor, la pimienta negra y el laurel desprenden aromas que resultan desagradables para las hormigas. Colocar pequeñas cantidades en zonas de paso, grietas o rincones donde suelen aparecer puede ayudar a frenar su avance.
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El café molido usado, una vez seco, suele emplearse como barrera natural, especialmente en balcones, patios o macetas. Por último, algunos productos de uso cotidiano actúan como repelentes indirectos. El talco y el bicarbonato de sodio crean superficies que las hormigas evitan atravesar, mientras que el jabón diluido en agua permite limpiar las áreas afectadas y eliminar restos de feromonas.



